Adiós al asfalto 

Cuando la luz Matrix LED del Macan 4S ilumina las primeras rocas cerca de Göreme, el amanecer no tarda en llegar. Atıl Ulaş Cüce, experto en Capadocia, nos guía por caminos estrechos que nunca se han asfaltado. Lleva casi treinta años mostrando a los turistas el paisaje fascinante del centro de Turquía. Atıl recuerda que entre ellos había algunos conductores de Porsche, pero ninguno se atrevió a adentrarse tanto en el terreno como lo hacemos nosotros hoy. Cuanto más se acerca el Macan 4S a las montañas, más exigente se vuelve la ruta. En algún momento, el camino se convierte principalmente en un conjunto de surcos y baches.

La expresión de Atıl delata una creciente preocupación, pero bastan dos clics en la pantalla central y su sonrisa vuelve a aparecer. Al activar el modo de conducción todoterreno, la tracción total se adapta a los caminos difíciles. Para ello, un bloqueo longitudinal virtual limita la diferencia de velocidad entre el eje delantero y el trasero, lo que mejora al máximo la tracción. Además, el chasis se eleva al nivel todoterreno, es decir, 20 milímetros más en el primer nivel. 

Poco después, despegan los primeros veinte globos. Las llamas de los quemadores iluminan los artefactos voladores, y en conjunto se crea una imagen de postal de una belleza inenarrable. Sobre un valle lleno de extrañas formaciones rocosas, bolas de colores salen volando hacia el amanecer. Puede sonar un poco cursi, pero se trata realmente de un momento mágico. Y, en medio, el nuevo Macan 4S en verde roble metalizado se muestra como un objeto del futuro. «Increíble, ¿verdad?», pregunta Atıl con un brillo en la mirada. Después de tantos años en Capadocia, aún no se ha cansado de esta vista, y entendemos por qué.

El espectáculo dura aproximadamente una hora. Hoy vuelan alrededor de cien globos aerostáticos de los 170 autorizados oficialmente para despegar. Esta cifra no solo suena gigantesca, sino que realmente lo es. 

Çağlar Aksoylu aterriza la cesta de su globo directamente sobre el remolque. Los 18 pasajeros vitorean y aplauden. Çağlar responde con una amplia sonrisa bajo sus gafas de sol de espejo. Este exjugador de baloncesto de 35 años lleva cuatro trabajando como piloto profesional de globos. «Incluso participo en el desarrollo de los globos, las cestas y los quemadores. Los fabricamos aquí, en la zona», afirma con orgullo. ¿Qué es lo que más le gusta de su trabajo? «Me permite flotar todos los días en una nube».

La atracción parece haberse extendido por todo el mundo, así que la demanda local es enorme. ¿Cómo empezó todo? Atıl lo sabe bien. «A principios de la década de 1990, a un operador turístico alemán se le ocurrió la idea de volar en globo sobre Capadocia», cuenta. Cuando expiró el contrato, el piloto de globos se quedó y siguió ofreciendo el servicio. Con el paso de los años, el interés fue creciendo y, con él, la oferta. Por fin, la llegada de las redes sociales catapultó la demanda.

No obstante, la parte trasera direccional también ayuda en el tráfico urbano y al maniobrar, ya que las ruedas posteriores giran en sentido contrario a las delanteras hasta a 80 km/h.

Güler Gürbüz sonríe de oreja a oreja cuando entramos en su jardín verde. En su restaurante, cocina al estilo tradicional, y lo más importante es un horno especial al aire libre revestido de terracota. Atıl está seguro de que solo quedan dos restaurantes así en toda la región. Con este tipo de preparación, la carne queda especialmente suave y tierna.

Después de reponer fuerzas, Atıl propone visitar un barranco que es muy pintoresco. Se baja por un sendero abrupto con la anchura justa para que quepamos. En las imponentes paredes rocosas hay un número de teléfono. «Es de un servicio de grúa, por si alguien se queda atascado con un coche de alquiler. A más de uno le ha pasado», explica el guía. El Macan 4S supera el camino sin esfuerzo tanto hacia abajo como hacia arriba.

Nuestra última cita está a tres minutos a pie, subiendo la montaña. Allí nos espera Zehra Daşdeler, que se ha hecho cargo del hotel de su padre, y no es un hotel cualquiera: el Amber Cave Suites tiene una ubicación pintoresca y ofrece a sus huéspedes habitaciones en «chimeneas de hadas», es decir, las rocas puntiagudas en las que los capadocios excavaron antiguamente sus casas. Allí se duerme en una acogedora cueva sin renunciar a las comodidades de un buen hotel. El ambiente es elegante y exclusivo. Zehra regenta el negocio con mucho cariño.

Cuando creció aquí, el turismo y la propia vida eran mucho más tranquilos. «Antes, la gente venía una o dos semanas, ahora se quedan una o dos noches. A muchos les basta con unas cuantas fotos para Instagram, pero eso también va a volver a cambiar».

Sus palabras resuenan en nuestra mente mientras continuamos el viaje de descubrimiento hacia el siguiente amanecer. La batería del Macan 4S está bien cargada y el programa todoterreno activado.