Tesoros ocultos
Cuando su casa californiana estilo Mid Century dejó de tener espacio suficiente para su creciente colección de Porsche, el prestigioso arquitecto Steven Harris construyó un nuevo hogar para ella, justo al otro lado de la calle.
Vista desde la calle, la casa de Steven Harris en Rancho Mirage parece resumir la esencia de sus cinco décadas de notable carrera como arquitecto. Y no sin razón, ya que la construcción de una sola planta, con cubierta plana y ventanas del suelo al techo, es un ejemplo emblemático de eficiencia y elegancia. Rodeada de un césped impoluto, ofrece unas vistas impresionantes de las montañas de San Jacinto, a menudo envueltas en la niebla. Sin embargo, esta impresión exterior no es sino una parte de la obra maestra arquitectónica. Debajo del refugio de Harris se esconde otra joya de diseño preciso y atemporal: un garaje subterráneo lleno de modelos Porsche.

Garaje subterráneo:
El arquitecto Steven Harris quería crear para su colección de Porsche un lugar que rindiera el máximo respeto a sus inusuales vehículos. Además, el impresionante ascensor permite que todos los deportivos estén listos para salir en cualquier momento.De hecho, la nueva casa se construyó exclusivamente para satisfacer la pasión coleccionista de Steven Harris. Anteriormente, el famoso arquitecto y su marido, el diseñador de interiores Lucien Rees Roberts, vivían justo enfrente. Sin embargo, cuando la colección de coches creció y ocupó todo el espacio, decidieron hacer una casa nueva con un amplio garaje subterráneo como elemento central. Hoy en día, alberga unos veinte coches deportivos que equivalen a una impresionante crónica de los potentes modelos Porsche, desde varios 356 Carrera hasta el último 911 S/T (992).

Arquitectura y naturaleza:
Steven Harris en la terraza de su casa de mediados de siglo en Rancho Mirage. Sus edificios se suelen caracterizar por su conexión intrínseca con la naturaleza.Harris se crio en el norte de Florida. Su fascinación por Porsche se despertó muy pronto, con tan solo ocho años, cuando su tío compró un 356. «Recuerdo perfectamente su olor, el sonido, cada detalle», cuenta Harris. «Estaba obsesionado».
Muchos años después, el padre de Harris compró un 911 S del año 1967 y, para sorpresa de su hijo, se lo dejó para el examen del permiso de conducir. «Más tarde, cuando fui a la universidad, le advertí a mi padre que las bujías se iban a ensuciar si lo usaba solamente para ir a la oficina, así que le convencí para que me llevara al campus a menudo», recuerda Harris. «Así empezó mi pasión por Porsche».
Harris empezó su trayectoria académica estudiando filosofía, luego se pasó a las bellas artes y finalmente encontró su vocación en la arquitectura. Solo dos años después de graduarse, empezó a dar clases. Ahora ya lleva 48 años enseñando, la mayor parte de ellos en la prestigiosa Universidad de Yale.
En paralelo, Harris fundó un estudio de arquitectura que se labró muy rápido una excelente reputación. Tuvo que esperar dos décadas para encontrar el tiempo necesario para volcarse en su pasión por Porsche. Con entusiasmo renovado por los modelos 356 y 911, empezó a adquirir vehículos de forma selectiva, y esto marcó el inicio de una colección que hoy en día figura entre las más importantes del mundo.
«Primero compré un coche, luego otro y, finalmente, un tercero», recuerda Harris. «Si profundizas en el 356, pronto te encuentras con los modelos con cuatro árboles de levas, es decir, con el legendario motor Fuhrmann. Hace unos veinte años empecé a coleccionar específicamente estas variantes del Carrera, y después me centré en el 911. Para mí, el 911 original definitivo es el Carrera RS 2.7 de 1973, así que no podía faltar en mi colección. Poco después, oí hablar del SC RS y del RS de la generación 964, y así fue como mi pequeña obsesión cobró un impulso definitivo».
Hoy en día, la colección de Harris cuenta con más de 50 vehículos, casi todos modelos deportivos de construcción ligera de las series 356 y 911. Además de clásicos como el 911 Carrera RS 2.7 de 1973 y el 911 Carrera RS (964), también hay un 911 GT3 RS 4.0 (997) en el color especial Chartreuse, un raro 911 Carrera RS 3.0 en verde claro (solo se fabricaron 52 unidades en 1974 en el curso de la homologación del 911 RSR), un 911 GT2 (993) y las dos generaciones del 911 GT2 RS (997 y 991). Hay algo que todos estos vehículos tienen en común, y es que se han concebido sin concesiones para un propósito claramente definido, un principio que también caracteriza la obra arquitectónica de Harris.

Máxima condecoración:
La versatilidad es el sello distintivo de Steven Harris. Por su trabajo innovador, fue incluido en el Salón de la Fama del Diseño en 2008.«Soy escéptico ante las tendencias arquitectónicas. En mis diseños, la función siempre es lo primero», explica Harris. «Lo que me fascina de Porsche es el desarrollo continuo y preciso de los coches a lo largo de décadas, sin detalles superfluos y con el menor número de piezas posible». Su arquitectura también sigue este principio: cada elemento tiene una función clara, ya sea a nivel estructural o en el diálogo que mantiene con el entorno. «Mis diseños deben parecer siempre sencillos y reducidos a lo esencial».
El propio garaje de Harris también tiene un diseño funcional, de modo que se puede acceder fácilmente a todos los vehículos para su mantenimiento y para dar una vuelta con ellos de vez en cuando. «Cuando diseñé la casa, empecé por el garaje, una cuadrícula de columnas entre las que caben dos vehículos, respectivamente». El espacio es tan amplio que los coches se pueden aparcar en dos filas opuestas ligeramente en diagonal. Para Harris, era especialmente importante que cada vehículo se pudiera mover de forma independiente. «Debía ser un garaje, no un museo».
Las normas de construcción locales solo permiten tres plazas de aparcamiento al nivel de la calle, y Harris utilizó una de ellas para instalar un ascensor que transporta los vehículos al garaje subterráneo. Así, puede elegir en cualquier momento un modelo para dar una vuelta por las montañas de los alrededores. ¿El mayor problema? Decidirse por uno.

Experto en su campo:
Cuando aborda un nuevo proyecto, Steven Harris siempre empieza por analizar y entender el lugar y el entorno. Su domicilio particular se integra a la perfección en el paisaje de palmeras de California.«Casi todas las mañanas, antes del amanecer, subo por la sinuosa carretera que va de Palm Desert a Idyllwild, que me recuerda al Paso Stelvio», relata Harris. «Para la ruta 74 mis GT2 RS son demasiado veloces, mientras que el 356 A Carrera GT Speedster de 1957 no es suficientemente rápido, así que elegir el coche adecuado es una cuestión de equilibrio... y de estado de ánimo».
Independientemente del modelo que elija, Harris aprovecha cualquier oportunidad para conducir: «Actualmente estoy supervisando cuatro o cinco proyectos de construcción en la costa oeste californiana y me encanta conducir desde Palm Springs hasta las obras, aunque no sea la forma más eficiente de viajar. Normalmente llevo un modelo actual, aunque no quiero dejar a mis espaldas una colección en la que los coches tengan solo 27 millas en el cuentakilómetros».
Harris no solo utiliza sus vehículos en el día a día, sino que también traspasa con ellos fronteras geográficas y deportivas. De hecho, participa regularmente en carreras oficiales en carretera en Estados Unidos, e incluso disputó el legendario rally de Pekín a París con un 356. Más tarde, con el mismo coche, completó otro rally de más de 16 000 kilómetros en Sudamérica.
Dado su profundo vínculo con la marca Porsche y su afán coleccionista, a Harris le resulta difícil nombrar un solo modelo favorito. «Me encanta el Carrera RS 2.7, tiene un equilibrio perfecto», afirma. «No es el más rápido ni el más extremo, pero transmite un auténtico placer». También aprecia mucho el 911 Carrera RS (964): «Para mí, es el paradigma de lo analógico. Sin dirección asistida, muy ligero, visualmente casi discreto... hasta que uno se da cuenta de que es más bajo y lleva llantas de magnesio. Creo que tengo cuatro». Sin embargo, Harris no se considera un propietario en el sentido clásico: «No son estrictamente mis coches, solo los guardo para sus próximos dueños».
Esta actitud se refleja también en la historia de la construcción de su casa. «No es una casa con sótano», afirma Steven Harris con una sonrisa, «sino al revés: primero estaba el garaje».
Datos de consumo
Macan 4 Electric (preliminary values)
Taycan 4 Cross Turismo
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21.4 – 18.7 kWh/100 km
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0 g/km
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A Class