Diego Candano
Todo es actitud

Diego corre porque le hace sentir vivo. Por supuesto, quiere ganar, pero su pasión por las carreras va mucho más allá de subirse al podio.

   

Lo conocimos rodeado de una multitud en Tehuacán, en el estado de Puebla, en México, tratando de seguir el ritmo de una carrera loquísima que se celebra desde hace décadas en el bello país norteamericano. Nos sorprendió ver a niños, jóvenes y mayores apasionarse por ese auto pintado con la bandera mexicana y, especialmente, la enorme sonrisa con la que Diego los recibía. Estábamos en carrera, se estaba jugando la victoria en su categoría, pero siempre había tiempo para una foto.

Diez años compitiendo:

Diez años compitiendo:

Diego Candano y su «Aquiles Báez T» forman un tándem mítico en la Panamericana.

¿Cuántas Panamericanas?

Lunático de Porsche desde que me pude comprar mi primer Cayman Porsche Design Edition 1 en el 2008, llevo ya diez carreras seguidas. Las primeras fueron al volante de un 911 1969, el «318» (todos los autos de Diego tienen nombre), con el que gané hace seis años la histórica B con motores de hasta 2.4 litros. Luego la ampliaron a motores de 3.8 litros (categoría B+) y empezamos a desarrollar el «Aquiles Báez T».

¿Cómo explicas la magia de esa carrera?

Explicar la magia de la Carrera Panamericana es un reto difícil. Tanto los que compiten por la victoria como los que compiten contra ellos mismos viven una camaradería mágica. Aunque nos pongamos el casco y nos demos hasta con la cubeta por cada segundo, cada etapa, cada tramo, a la hora de quitarnos el mono, somos amigos, disfrutamos juntos, compartimos historias.

¿Qué te empuja a seguir corriéndola?

Un rally es una inyección de pura vida. Para mí, esta es la mejor semana del año. Son 365 días esperando a que vuelva a pasar. Es una mezcla de muchas sensaciones, de poder usar tu auto al máximo, de volverte a encontrar con muchos amigos de todas las partes de la República, mecánicos, cocineros, doctores. Es algo único, indescriptible. Te sientes vivo, es un privilegio. Ojalá se celebrara dos veces al año. Yo disfruto siendo parte del Porsche Team. Producir los videos es un estímulo adicional ya que nos sirve para contagiar a la gente y que pueda vivir a distancia la carrera y la emoción de los autos. Es un legado para mis hijos, para mis nietos. Va más allá de las fotos, explica mi esencia, porque me pueden conocer en mi estado más feliz. Es muy relevante para mí. No es el destino. Todos queremos subirnos al auto y ganar. No es el objetivo, que se convierte en secundario. Si lo estoy pasando bien, ya gané. Obvio que quiero triunfar, ser el más rápido, pero yo voy a pasarla bien. No solo es el arco de meta, la propia travesía es lo realmente importante. Disfruto el proceso, la aventura, la experiencia.

Te vi rodeado de familias, de aficionados, de madres con sus niños en brazos en el centro de Tehuacán, ¿qué se siente ante esas muestras de cariño?

Es algo increíble, hay muchos niños en Tehuacán. Tengo un pequeño tocayo al que conozco desde que tiene 5 años. Siempre acude con dibujos del «Aquiles». Hay una señora que me enseña fotos con todos sus hijos y de ella misma embarazada de todos ellos. Siento que les doy alegría. Ellos me la dan por la ilusión con la que nos esperan. El vínculo que logran los autos con la gente es increíble. Todos tenemos una historia que nos une a un auto. Los Porsche antiguos son mágicos, no hay duda. Desde dentro, sentimos la vibra, la conexión con el público que está afuera. Los chavitos son espectaculares. Muchos quieren ser ingenieros, pilotos, mecánicos… Yo procuro motivarlos desde el auto. Te aseguro que recibir ese calor, ese cariño, es inigualable.

Inyección de vida:

Inyección de vida:

En un rally, disfrutar de la travesía es lo que realmente importa.

¿Qué impacto social crees que tiene la Carrera?

En primer lugar, está todo el colorido de la caravana que acompaña el rally, todas las máquinas, que solo se podrían ver en un museo de una gran ciudad. Pasamos por pueblos muy pequeños, donde las escuelas nos esperan, nos muestran dibujos. Tenemos una fundación que se llama Pilotos Panamericanos (www.pilotospanamericanos.org) con la que hemos hecho algunas donaciones. Pero, lo más destacado, es el impacto social, el orgullo de país, la alegría que se desprende. Sabemos que la gente hace un gran esfuerzo por ir a vernos y eso le da todavía más valor, creo que genera lazos de convivencia en la familia, unimos a padres e hijos. Promovemos México en su propia gente y eso tiene un impacto positivo para todo el país. Un México colorido, alegre, amable, seguro.

¿Qué le dirías a alguien que «no se atreve» a correr la Panamericana?

Me hacen esa pregunta mucho. Hay varias dudas que les ayudo a resolver. En primer lugar, el tema logístico. Debes contar con un auto que sea apto. Si tienes ganas, puedes encontrar un auto sin demasiado presupuesto. Después, la preparación. Hay muchos preparadores. Comunícate con la organización, ellos te van a dar los contactos adecuados. Otra cosa que preocupa es la seguridad. México desafortunadamente no se vende bien. Yo nunca he pasado miedo, vamos muy protegidos. Eso sí, siempre hay que tener respeto a un país desconocido. Siempre digo que no hay mejor garantía contra la inseguridad que la buena vibra. Lo que siembras es lo que cosechas. Finalmente, las capacidades. Yo siempre corro en torno al 85 % de mi capacidad. Sacrifico algo ya que siempre puede suceder algún imprevisto. Así son solo los rallies. Subirte por encima del 95 % de tus capacidades es demasiado riesgo. Tengo muchos seres queridos, me encanta mi vida. Creo que puedo ser competitivo en esa banda de seguridad. 

¿Le falta algo a la Carrera Panamericana? ¿Qué más harías?

Las rutas están demasiado condicionadas a las ciudades que «tenemos» que visitar. El tema de seguridad siempre puede mejorar. Me gustaría contar con más tramos cronometrados, menos enlaces. Creo también que hay que hacer una reflexión de cómo operar el tour. Es importante para el futuro de la Carrera, así que hay que darle una vuelta al tema. Yo haría dos pruebas. Una, de sur a norte, con autos antiguos. La otra, de norte a sur con vehículos modernos y pocas restricciones. Se vale soñar.

Una historia común:

Una historia común:

El vínculo que generan los autos con la gente es increíble.

Háblame de tu auto…

Mi querido «Aquiles» es un 911 convertido en RSR. Es un auto de 1974, con un motor de 3.8 litros del 993, es decir de los años 90. En la medida que nos permitía el reglamento, hemos modificado todo el aparatado de seguridad y frenos, intentado mantenernos lo más puristas posible. La caja es una G50, que pesa 1050 kg. La decoración es muy mexicana, creo que quedó increíble y se ajustó a nuestro patrocinador Tag Heuer. Tiene un claxon de «pesero» para poder comunicar mi alegría hacia afuera. Dentro del auto tengo muchas frases que me devuelven el foco y la actitud para poder volver a «bailar» con mi auto. Me gusta el albur mexicano, la picaresca que conlleva. Por eso se llama «Aquiles Báez T», «aquí les va este», en la frontera de ser pelado, pero sin llegar a ser irrespetuoso u ofensivo.

Si pudieras elegir, sin ninguna restricción, ¿con qué auto correrías?

Me encantaría correr al volante de un 356, aunque creo que no cambiaría mi «Aquiles». Es una cápsula del tiempo. Vuelves al origen del automovilismo. La generación 997 con caja secuencial (sin levas que, a mi entender, sacrifican alegría) es divertida. Un 911 del 64 o 65 short wheel base es un auto muy difícil de llevar, también muy entretenido. Si fuera un auto moderno, un RSR, pero estarías en otra carrera diferente. Cuando me haga más viejito tendrá que ser un auto con aire acondicionado y dirección hidráulica. [Se le escapa una amplia sonrisa].

¿Qué carrera te gustaría hacer?

Me metí en todo esto por el Dakar. Me certifiqué como instructor de la HP2, pero me di cuenta de que ni loco lo correría en moto. Me apunto a la copa Porsche 2 litros con los 64-65, los seriales de Porsche, a Montecarlo… Cualquier carrera mítica.

En familia:

En familia:

Le encantaría seguir corriendo con sus hijos como copilotos.

¿Con quién te gustaría competir?

Stéphane Peterhansel o Carlos Sainz padre, que me parece un fenómeno. Simplemente correr con alguien que lo disfrute tanto como yo. Uno de los mayores placeres de mi vida ha sido correr el Rally de Oaxaca con mi hija Lucía. Me encantaría seguir corriendo con mis hijos como copilotos. Nos une y genera una convivencia muy especial. Siempre vamos a disfrutar antes que a cualquier otra cosa.

Por último, cuando no estás detrás de un volante, ¿qué te gusta hacer?

Escuchar música, aunque espera, la música la escucho al volante. [Se ríe Diego]. En serio, me encantan los caballos. El ser humano le debe mucho a los caballos. Me gusta convivir con mis amigos, con mi familia, me encanta reír y de ahí derivar a charlas profundas. Por supuesto, montar en moto. El contacto con la naturaleza, el contacto con Dios, con el Creador, como lo quieras llamar. 


Ha sido una charla muy interesante, no faltaron las risas, ni por supuesto las reflexiones profundas sobre la vida.

Ficha Técnica

Nacido en: Ciudad de México
Año modelo: 1972
Partes: 100 % mexicano
Dónde comienza tu carrera profesional: en los coches empiezo en 2007, en un evento de Porsche
Dónde te gustaría terminar tu carrera profesional: Porsche Ambassador, instructor o algo así
Un lugar para vivir: México, no hay otro
Un país para trabajar: México y USA
Un país para vacacionar: México, Barrancas del Cobre, miles de lugares. En segundo lugar, Italia
Comida favorita: mexicana, italiana, española y peruana. ¡Parece que me gusta comer!
Bebida favorita: cerveza, la caña española.
Un libro: El Padrino, Mario Puzo.
Una peli: The Shawshank Redemption y Top Gun
Autos eléctricos, ¿moda o necesidad?: creo que sirven para las ciudades

José Carlos de Mier
José Carlos de Mier
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Datos de consumo

Taycan 4 Cross Turismo (2024)

WLTP*
  • 22.0 – 18.7 kWh/100 km
  • 0 g/km
  • A Class

Taycan 4 Cross Turismo (2024)

consumo combinado de combustible / emisiones combinadas de CO₂
consumo combinado de electricidad (WLTP) 22.0 – 18.7 kWh/100 km
emisiones combinadas de CO₂ (WLTP) 0 g/km
CO₂ class A