Mundos paralelos

Con su empresa, Armin Pohl ha creado escenarios virtuales ultrarrealistas y ha conquistado Hollywood. Con su colección de automóviles, cuyo primer ejemplar fue un Porsche 928 GTS, cultiva su amor por las obras maestras de la mecánica. Presentamos a un visionario que tiene los pies en el suelo.

   

Porsche Panamera 4 E-Hybrid Sport Turismo
Consumo de combustible combinado: 2,3–2,2 l/100 km
Consumo de corriente combinado: 18,2–17,5 kWh/100 km
Emisiones de CO2 combinado: 51–49 g/km (datos de 12/2020)

Todos los datos técnicos pueden variar según los países.

Armin Pohl se encuentra en la galería de una nave industrial en la que un día se fundían bloques de hormigón. Frente a él, dos docenas de coches clásicos de una belleza atemporal: historia viva del automovilismo. Pohl los observa con satisfacción mientras comenta: «Mis hijas dicen que vivo en el futuro». Futuro y pasado; tendencias globales y vínculo con el lugar de origen; digitalización y artesanía tradicional... Este CEO que ha convertido Mackevision en el líder mundial de visualización en 3D se mueve con naturalidad entre dos mundos aparentemente opuestos. En Stuttgart no solo se encuentra la sede de Mackevision, muy cerca de allí también se encuentra la colección de automóviles de Pohl. A partir de ahora va a tener mucho más tiempo para dedicarse a ellos, ya que, tras 25 años de exitosa carrera profesional, a sus 54 años ha decidido retirarse de la empresa. Da la razón a sus hijas y ahora aplicará sus visiones de futuro al ámbito privado. «En los últimos 20 años no ha habido nada que me haya sorprendido realmente desde el punto de vista tecnológico». Artista gráfico de formación, ya en el colegio le apasionaba dibujar automóviles. Supo ver muy pronto el enorme potencial que se escondía en el procesamiento de imágenes digitales primero y en el de las aplicaciones 3D después. Vio venir el mundo virtual y se involucró de lleno desde el principio. «Lo tenía clarísimo: ¡Esto va a suponer un antes y un después!».

«Mis hijas dicen que vivo en el futuro». Armin Pohl

Gracias a la capacidad visionaria de Pohl, Mackevision logró dar la campanada en el ámbito internacional. «Macke» viene de Marcus Roth, a cuya empresa Pohl se incorporó en 1995, y cuyo mando asumió en 2006. Desde 2018 Mackevision forma parte de Accenture Interactive y se especializó en la creación digital de mundos publicitarios sublimes, destacando claramente frente a la competencia. Hoy en día se dedica a crear representaciones en 3D en foto o vídeo. Entre sus clientes se encuentran Porsche y otros fabricantes de automóviles de gama alta. Las imágenes generadas por ordenador para anuncios, folletos y configuradores digitales son tan perfectas que en ocasiones parecen superar la realidad. «Lógica y magia», describe Pohl su trabajo como artista y CEO.

Flotas de barcos para Juego de tronos

Hace años que Hollywood recurre a los servicios de la empresa de Stuttgart cuando necesita crear mundos espectaculares. Fue Mackevision la que creó los edificios y las naves de la exitosa serie Juego de tronos a partir de la cuarta temporada. Recibió varios premios por ello, incluyendo un Emmy en 2014, el premio más importante de la televisión estadounidense. En 2020 obtuvo varias nominaciones por su trabajo en las series Watchmen y Lost in space. Pohl logró consolidar la marca a nivel mundial y abrir sucursales en Europa, América y Asia.

«Mackevision resuelve para Hollywood tareas particularmente complejas», explica Pohl. Si, por ejemplo, se necesita agua fluyendo digitalmente —una de las cosas más difíciles en el ámbito de los efectos visuales—, es hora de llamar a Mackevision. También cuando hay que convertir un barracón en una ciudad medieval, cuando una enorme flota de barcos tiene que atracar en un puerto o cuando es necesario crear una nave espacial. Juego de tronos subió el listón de los efectos visuales, y Mackevision es la responsable de ello. El negocio no solo requiere calidad, sino también una alta dosis de resistencia. «La competencia es muy dura y los plazos son inamovibles», explica Pohl. «Los directores y los productores manejan presupuestos millonarios. Basta una vez que no cumplas, y en Hollywood eres historia».

En contraposición a su trabajo virtual, en su vida privada a este hombre alto de coleta siempre le han gustado las cosas que se pueden coger con las manos. «Cuando era un niño nos teníamos que ocupar del huerto. Mis padres eran refugiados, así que aprendí a cultivar y a no desperdiciar nada».

Fantasías virtuales, muebles de segunda mano:

Fantasías virtuales, muebles de segunda mano:

como CEO de Mackevision, Armin Pohl ha creado mundos artificiales de gran complejidad técnica junto con sus más de 500 empleados. Ahora tiene más tiempo para placeres más tangibles.

Además de los coches, a partir de ahora también quiere dedicarle más tiempo a su segunda afición: el cultivo de frutas biológicas en su propio huerto. «La temporada se extiende de la cereza dulce a la nuez», comenta con entusiasmo. Durante mucho tiempo llevó frutas de su propia cosecha a Mackevision.

La palabra «garaje» se queda corta para denominar el suyo, un lugar que ocupa varias naves repartidas en 2.600 metros cuadrados. Los muebles son lo contrario a cualquier idea de futurismo. El sofá de segunda mano, en el que solo pueden sentarse ciertos invitados selectos, fue en realidad un regalo. Junto a él, bancos de madera y un viejo refrigerador de quiosco con bebidas frescas. Aquí lo único que realmente reluce son los 24 automóviles que el anfitrión ha clasificado por marcas y agrupado alrededor de la joya de la corona de la colección: un Porsche 928 GTS. «De todos los coches que ves aquí, el 928 es el más completo. Belleza, placer al volante, buen diseño, apto para el uso diario... Insuperable», explica Pohl sin ocultar su admiración.

Los coches, un reflejo de la personalidad

Ya de colegial, a finales de los setenta, Pohl se sintió fascinado por la gran novedad de la época. A mediados de los noventa condujo un 928 S4 y un 928 GTS de color verde selva, igual que hoy. Al nacer sus hijas, el Porsche tuvo que hacerse a un lado para dejar paso a un coche familiar más amplio. Pero, de pronto, hace cinco años, el destino se cruzó en su camino: «Delante de mí iba un 928 y volví a pensar: ‹¡Menudo cochazo!› El propietario, un compañero, se bajó y me contó que tenía que vender el coche por la familia». La historia le resultaba conocida. Y así fue como el automóvil se convirtió en la primera pieza de su colección.

Un tesoro discreto:

Un tesoro discreto:

Pohl mantiene su botín a salvo de las miradas de extraños. El Porsche 928 GTS fue el primero de todos y es la joya de la corona de la colección.

«Cuando me siento al volante de un coche quiero sentir que soy yo, aquí y ahora, en este preciso instante. Igual que la ropa que te pones ha de coincidir con tu estado de ánimo, un coche también», explica Pohl en referencia a la diversidad de vehículos. Los modelos más antiguos se remontan a los años sesenta. Entre ellos hay algunos muy exóticos y varios ‹muscle cars›. «Cada coche me transmite el espíritu de la época de la que procede. Todos ellos son tan distintos entre sí como las distintas facetas de mi personalidad». Elige a menudo el 928: «Cada vez que agarro el volante, pienso que me encanta este coche. Tiene 190.000 kilómetros. Fue uno de los últimos en construirse, en 1994.

Los últimos ejemplares del Gran Turismo con motor V8 frontal se fabricaron en 1995. «De Porsche impresiona la combinación de diseño coherente con deportividad, fiabilidad e ingeniería alemana», explica Pohl. «De niño nunca habría podido ni imaginar que llegaría a tener un Porsche en propiedad. Y menos un 928, la sensación tecnológica de su época.

El Gran Turismo fue, igual que Armin Pohl, un adelantado a su tiempo. Hoy podemos decir que la línea llega hasta el Panamera 4 E-Hybrid Sport Turismo, con que ahora Pohl conduce a menudo hasta su garaje.

SideKICK: Jim Botón y la salvaje Mackevision

En 2020 se celebró el 60o aniversario de la publicación del libro de Michael Ende Jim Botón y Lucas el maquinista. En otoño se estrenó la adaptación cinematográfica de la secuela, Jim Botón y los trece salvajes. Mackevision jugó un papel decisivo en las adaptaciones cinematográficas de sendas novelas, creando un reino mágico.

En los mundos digitales los protagonistas viven aventuras con los piratas de los 13 salvajes, dragones y el emperador de Mandala – siempre a la búsqueda de la verdad y los padres de Jim Botón. Obtuvo un premio cinematográfico por la primera parte. Los libros de Michael Ende, entre ellos Momo y La historia interminable, han sido un éxito en todo el mundo. Se han traducido a más de 40 idiomas y han sido adaptados en multitud de ocasiones para el cine, la televisión y el teatro.

Frieder Pfeiffer
Frieder Pfeiffer

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