ICON
Ha visto tiempos mejores. La función de parada está defectuosa, la carcasa roja, llena de arañazos y la cinta de plástico, amarillenta y sucia. Pero cuando te pones en la muñeca el Omega, el segundero del cronógrafo inferior comienza a girar en un tictac, como si quisiera contarnos su historia, la historia del automovilismo.