Los Porsche «ibéricos»
Hacer que un Porsche sea algo más personal y único no es algo nuevo y el 911 Cuarenta Edition ya tuvo dos exitosos predecesores.
Cualquier Porsche ya es de por sí algo especial, exclusivo y capaz de satisfacer la necesidad de emociones de cualquier amante de la auténtica deportividad al volante. Hay ocasiones en las que queremos ofrecer algo más a nuestros clientes, un toque de distinción para poner en valor algunos detalles o añadir un conjunto de equipamientos que hacen más atractivo un determinado modelo. Esa es la función de las series limitadas que Porsche Ibérica ya ha ofrecido dos veces antes del 911 Cuarenta Edition.
Limitado en unidades:
El Macan Spirit ofrecía un equipamiento muy especial que no estaba disponible en la gama «normal».En los inicios de Porsche Ibérica, cuando ver un Porsche en nuestras calles y carreteras era algo muy poco habitual, hubo un Porsche muy especial que se convirtió en pionero de esta forma de acercar ciertos modelos a nuestros clientes. Fue el 924 Spirit, una edición limitada lanzada en 1988, compuesta por 30 unidades, la mitad de ellas en blanco y la otra mitad en negro. Entre el equipamiento especial que ofrecía esta corta edición se encontraban el techo desmontable, una tapicería exclusiva, suspensión deportiva rebajada con muelles y estabilizadores más firmes, llantas decoradas con un perfil en su contorno y aire acondicionado.
31 años separaron las dos primeras series especiales de Porsche Ibérica
Mismo espíritu:
924 y Macan, los dos primeros Porsche Spirit en edición limitada para España y Portugal.Exactamente 31 años después, en Porsche Ibérica recuperábamos esa denominación para un deportivo muy diferente y uno de los más exitosos de la historia reciente de Porsche, el Macan. En 2019, un centenar de Macan Spirit en blanco y otros tantos en negro, con motor de cuatro cilindros, dieron vida a esta edición limitada como homenaje a aquel 924, también con motor de cuatro cilindros. Como en el 924, la suspensión era un elemento distintivo, en este caso gracias a la amortiguación variable Porsche Active Suspension Management (PASM), a la que se añadía el techo panorámico como un guiño a aquel techo desmontable del 924. Los relojes de la instrumentación con fondo rojo, llantas especiales y faldones aerodinámicos laterales completaban los cambios de este Macan tan especial que se agotó en muy poco tiempo.
