Esperanza en Hatay
Después de que unos terremotos devastadores sacudieran en 2023 Turquía y Siria, Porsche financió unidades móviles de aprendizaje de la Fundación YOU que les brindan apoyo y esperanza a los niños de las regiones afectadas.

Su lugar favorito:
Los niños de toda Turquía se benefician de los 26 centros de aprendizaje móviles de la fundación turca TEGV. En Hatay, cerca de la frontera con Siria, los denominados «Fireflies» cofinanciados por Porsche les dan nueva esperanza a los niños día a día.Las naranjas amargas brillan en los árboles, el paisaje se extiende ante nosotros verde y amplio, el sol calienta el aire de diciembre hasta los 20 ºC. Nos dirigimos a la provincia de Hatay, en el este de Turquía. La región metropolitana en torno a Antioquía, con 1,5 millones de habitantes, fue la más afectada cuando unos terremotos sacudieron las regiones fronterizas de Turquía y Siria el 6 de febrero de 2023.
«Aquella noche fue un auténtico infierno», afirma İpek Uralcan, Business Development Manager de Türkiye Eğitim Gönüllüleri Vakfı (TEGV). A las 4:17 h se produjo un temblor de tierra acompañado de lluvia helada. Se derrumbaron más de 39 000 edificios y hubo unas 50 000 víctimas mortales solo en Turquía. El casco antiguo de Antioquía quedó destruido prácticamente por completo. Casi todas las personas con las que hablamos en este cálido día de diciembre de 2024 perdieron a familiares, vecinos o amigos en la catástrofe. A día de hoy sigue habiendo muchas que viven en alojamientos provisionales.
En los días posteriores al terremoto, llegaron a la región miles de personas para ayudar. El apoyo fue enorme, pero también el caos. «Los problemas en esas situaciones de crisis son enormes, porque a menudo la infraestructura no está operativa», explica Ute-Henriette Ohoven, embajadora especial de la Unesco y creadora de la Fundación YOU. Durante más de 38 años, Ohoven se ha comprometido con causas humanitarias en todo el mundo, especialmente en favor de niños, jóvenes y madres. «Queríamos ayudar a las víctimas del terremoto a ambos lados de la frontera», afirma. «En Turquía, pero también en Siria». La Fundación YOU apoya numerosos proyectos educativos en todo el mundo y siempre colabora con socios locales. Así fue también esta vez: en Siria con Action for Humanity y en Turquía con TEGV, una de las mayores ONG del país. TEGV emplea en toda Turquía los denominados «Fireflies» («luciérnagas») alojados en remolques para camiones. Hay un total de 26 centros de aprendizaje móviles de ese tipo. «Ya teníamos activos seis Fireflies en la región antes del terremoto, así que pudimos ayudar de inmediato», recuerda İpek Uralcan. Un golpe de suerte, sin duda, sobre todo si se tiene en cuenta que gran parte de las carreteras de acceso quedaron destruidas. Esto permitió aportar ayuda inmediata con eficacia, también gracias al apoyo financiero de Porsche.
El profesor de primaria Murat Çıtır fue uno de los 400 voluntarios que acudieron a Hatay en los meses posteriores al terremoto. «Había niños que se pasaban el día sin decir ni una palabra», explica. «Con nosotros volvieron a encontrar su voz». Los Fireflies también fueron un alivio para los padres, ya que tenían que seguir ocupándose de buscar sustento y, por ejemplo, hacer largas colas para obtener agua y comida. Las escuelas de la región estuvieron cerradas durante meses, y los Fireflies se convirtieron en el punto de encuentro más importante para los niños.
«Había colas desde las ocho de la mañana para pasar el día con nosotros», recuerda Egemen Ersoy, que gestionó una de las unidades de aprendizaje móviles. En tiempo récord, TEGV consiguió llevar otros once Fireflies a la región, y los 18 permanecen activos allí a día de hoy. «Normalmente, tenemos sitio para 32 niños al día», explica İpek Uralcan. «Sin embargo, tras el terremoto abrimos las puertas a todos los niños. Nuestros voluntarios hicieron con ellos todo tipo de actividades: pintar, jugar, practicar música, deporte... Sencillamente, estuvieron a su lado». Así, TEGV consiguió devolver un poco de normalidad a la vida de los niños tras la catástrofe. «Entre ellos había algunos que se habían pasado días enterrados en los escombros», relata Egemen Ersoy. «Aquí podían olvidar sus penas durante unas horas, y con nosotros se sentían seguros y protegidos del caos de los alojamientos de emergencia».
El terremoto no solo dejó huella en Turquía, sino que también en Alemania viven muchas personas que se vieron afectadas personalmente, entre ellas empleados de Porsche. Es el caso de Semsiddin Iflazoglu, que trabaja en el área de montaje de la sede central de Stuttgart y cuya familia vive en la región de Hatay.

El equipo del Firefly financiado por Porsche en Hatay:
Egemen Ersoy, Aleyna Gebenli, Murat Çıtır, Sümeyya Yerli, Abdurrahman Esen, Mustafa Tunç y Yaren Kaya (de izq. a dcha.).«Yo también he sufrido en mis carnes el terremoto y lo que vino después», afirma. «Mi familia lo perdió todo, las casas están destrozadas». Bajo su punto de vista, es vital que las grandes empresas se impliquen a nivel social en estas situaciones excepcionales.
En Porsche se decidió prácticamente al instante realizar iniciativas de ayuda in situ. Pronto se estableció contacto con la prestigiosa Fundación YOU de UteHenriette Ohoven que, a su vez, ya estaba relacionada con TEGV en Turquía. «Hay que contar con un socio de confianza in situ», afirma Ohoven. «Una tragedia así destroza la vida cotidiana de los niños y los llena de miedos y traumas, así que para nosotros como fundación es crucial devolverles una relativa normalidad. Por eso es extremadamente importante para ellos poder ir a una escuela y retomar el contacto con los amigos».
La cooperación entre la Fundación YOU, Porsche y TEGV es una historia de éxito que hoy tenemos ocasión de descubrir en primera persona en el patio de una escuela en la provincia de Hatay. Allí está uno de los Fireflies patrocinados por Porsche. En 2023, el fabricante de coches deportivos donó un total de 307 000 euros para apoyar dos Fireflies en Turquía y tres unidades móviles de aprendizaje en el noroeste de Siria. En Siria, 1433 niños de entre seis y 17 años recibieron clases en tiendas de campaña fáciles de instalar. Está previsto que el proyecto en Turquía se prolongue hasta finales de julio de 2025 y, hasta la fecha, más de 14 000 niños han recibido apoyo de Fireflies patrocinados por Porsche.

Ayuda inmediata para los niños:
En los Fireflies se ofrecen sobre todo contenidos de aprendizaje complementarios, desde arte hasta robótica, pasando por el deporte.En septiembre de 2023 abrieron de nuevo sus puertas las escuelas de Hatay que no quedaron destruidas. Desde entonces, los Fireflies permanecen instalados en los patios y han retomado su propósito original, es decir, actuar como lugares de creatividad complementarios con acceso a contenidos de aprendizaje modernos que no se ofrecen en las escuelas. Esta tarde, hay 16 niños participando en un curso de programación. Tres estudiantes voluntarias se ocupan del grupo, que se lo está pasando en grande. «Me encanta estar aquí», afirma Rüzgar, de 10 años. Naturalmente, conoce bien Porsche. «¡Es mi marca de coches preferida!», grita su mejor amigo, Kerem. Los niños que conocemos hoy vuelven a tener por delante un futuro lleno de esperanza.
En Hatay ya se ha calmado la situación, pero los trabajos de reconstrucción prosiguen. Incluso dos años después de la catástrofe resulta inimaginable recuperar la normalidad cotidiana, y muchas familias deben iniciar su vida de cero. «Pero hay esperanza», coinciden Mustafa Tunç y Abdurrahman Esen, los directores del Firefly de Porsche. «Nuestro trabajo da frutos. Percibimos que la vida de los niños ya ha mejorado mucho».
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