La torre de los sueños: en Bangkok con Chanond Ruangkritya
El promotor inmobiliario Chanond Ruangkritya ha contribuido a convertir la capital de Tailandia en una metrópoli moderna. Su proyecto más ambicioso actualmente es la realización de un sueño, la Porsche Design Tower Bangkok, un lujoso edificio residencial en el barrio de moda de Thonglor. ¿Qué hace alguien así cuando quiere tomarse un respiro?
Empecemos con la pregunta más importante: ¿qué resiste la prueba del tiempo? «No mucho», dice Chanond Ruangkritya, de 51 años, con gran alegría. Cree que el yo no es más que el constructo físico del cuerpo y que todo afán de riqueza y fama es vano en el fondo. El tailandés no solo es un exitoso promotor inmobiliario y coleccionista de coches deportivos, sino también un devoto budista. Medita con regularidad y practica técnicas de respiración y de relajación.

En todo lo alto:
El empresario, en el Sky Lobby de su torre residencial Coco Parc. Con su empresa Ananda Development, está ejerciendo una influencia decisiva en el paisaje de su ciudad.Cuando le preguntamos cuándo fue la última vez que perdió el control, se queda pensando sin encontrar respuesta. «A veces mi mujer me dice que cómo soy capaz de mantener la calma cuando los niños no paran de alborotar», comenta riendo.
La lluvia azota desde fuera las ventanas del piso 37 del Coco Parc, un complejo residencial con vistas al parque Benjakitti, un oasis verde en el amplio recinto de una antigua fábrica de tabaco que no solo ofrece un lugar para relajarse del ajetreo de la populosa metrópoli, sino que también cumple funciones ecológicas con bosques, humedales y lagos. Ananda Development, el grupo inmobiliario de Ruangkritya, ha construido este lujoso edificio cerca del parque y muchas otras construcciones modernas que definen el paisaje urbano actual de la ciudad. Mientras los asistentes van y vienen a su alrededor, el jefe mantiene una tranquila conversación de negocios por teléfono. Después hace clic en su lista de reproducción, donde se alternan Kendrick Lamar y Drake. «Si por mí fuera, pasaría el 80 % del tiempo escuchando música».
Aunque a menudo las cosas se hacen como él quiere, a veces un CEO con múltiples responsabilidades también se ve inmerso en una vorágine de reuniones. En cualquier caso, siempre con los objetivos bien claros: «Todos los participantes deben saber de antemano lo que esperan de una reunión, ya que de lo contrario no se llega a ninguna parte». Ruangkritya dirige con mano firme a los cerca de 1000 empleados de su grupo empresarial, pero siempre intenta motivarlos en la medida de lo posible. «Hay que dar un golpe de autoridad de vez en cuando, pero no demasiado a menudo». Cuando se pasa un rato con él, se percibe que los empleados que le rodean trabajan muy concentrados.

Con solo ocho años, se mudó de Tailandia a Estados Unidos «por voluntad propia», como él mismo dice. Se formó en Florida y más tarde estudió Económicas en Berkeley (California). En 1998, Ruangkritya regresó a Tailandia para ayudar a sus padres, que también tenían una empresa inmobiliaria. Entonces, la crisis económica asiática lo sacudió todo, el baht —la moneda tailandesa— se desplomó y los bancos quebraron. «Era como en 2008 en Estados Unidos, cuando quebró Lehman Brothers, solo que en Tailandia no había un Estado que rescatara a los bancos», recuerda Ruangkritya. Se dedicó principalmente a sanear las cuentas de la empresa familiar, que en esencia era sólida. Así se ganó la confianza de los bancos. Algunos inversores de aquella época aún siguen confiando en él y le apoyan en sus proyectos de construcción.
Hoy cuenta que, cuando era pequeño, le horrorizaba verse atrapado constantemente en los atascos de camino a la escuela. Era un momento en que Bangkok estaba en pleno boom.
Por eso, le gusta planificar sus proyectos inmobiliarios para una clase media-alta en crecimiento en zonas de moda bien comunicadas por transporte público. «Aquí la gente pierde 44 días al año en el tráfico», afirma el empresario.
Hizo los cálculos cuando fundó Ananda Development en 1999. Por aquel entonces, vivían en Bangkok unos 6,3 millones de personas. Hoy en día, son unos 11,2 millones. Su empresa va creciendo con la ciudad. Ruangkritya mira hacia la lluvia y cuenta que no solo le gusta correr por el parque Benjakitti, sino que a veces sale antes del amanecer y recorre hasta 30 kilómetros de desplazamiento de ida y vuelta desde su casa, en el barrio de Thonglor, hasta Chinatown.

Boom urbano:
La población de Bangkok casi se ha duplicado en los últimos 30 años. Para evitar el colapso del tráfico, se ha invertido mucho en infraestructura. Por lo tanto, la mejor opción para el día a día es el Skytrain o el metro.
R-Haan:
Numerosos restaurantes gourmet hacen de Bangkok un destino popular para los sibaritas de todo el mundo. Con interpretaciones modernas de la cocina tailandesa en nada menos que 18 platos, el R-Haan se ha ganado dos estrellas Michelin. Es uno de los favoritos de Chanond Ruangkritya en la ciudad y está situado en su barrio, Thonglor. Imprescindible reservar con antelación, incluso en temporada baja.
Degustación:
En un menú de 18 platos, uno se alegra de que algunos solo vengan en pequeños bocados, por muy deliciosos que sean.
Wat Arun:
El templo Wat Arun es un emblema de la ciudad. Las innumerables baldosas de cerámica de la columna central, decoradas con la técnica pictórica benjarong, crean un efecto fascinante gracias a sus incrustaciones de oro, ya que su brillo varía según la hora del día. Wat Arun está rodeado de otros espacios con representaciones de Buda de diferentes épocas. Aquí se pueden pasar unas horas muy agradables, sobre todo por la mañana temprano antes de que el calor sea demasiado sofocante y mientras no hay demasiados turistas.Por la noche, se iluminan con luces de neón las numerosas tiendas de Yaowarat Road, en pleno corazón de Chinatown. Sin embargo, por la mañana, cuando la ciudad aún no ha alcanzado los 30 ºC, el ajetreo urbano está en plena ebullición.
Le encanta esa diversidad. Si uno camina hasta el río, puede ver Wat Arun al otro lado. Allí está el emblema de la ciudad, naturalmente acompañado de modernos rascacielos. El hecho de que los edificios altos y bajos, los templos antiguos y las torres ultramodernas se reúnan al final para formar un panorama creado por el hombre sigue despertando fascinación incluso en un profesional como Ruangkritya, que participa activamente en el diseño de ese paisaje.
«Empecé a correr larga distancia como preparación para la maratón», dice. En este punto, cabe señalar que el apasionado corredor no aparenta 51 años, sino que más bien parece alguien de cuarentaitantos en plena forma. «¡Biohacking!», se limita a decir. Duerme lo suficiente, sigue una dieta antiinflamatoria —es decir, prefiere alimentos que combatan la inflamación— y hace ejercicio habitualmente, pero también le gusta ir de fiesta. Es muy consciente de que su tiempo es limitado, tanto en el día a día como en la vida en general, y quiere aprovecharlo al máximo.

Junto al gran río:
El Chao Phraya separa y conecta la ciudad al mismo tiempo. Atraviesa Bangkok en zigzag y, en muchos casos, es la forma más rápida de ir de un punto a otro.
Paz en el estruendo:
Wat Prayurawongsawat, conocido como Wat Prayun, es un templo verde que rara vez está tan concurrido como el popular Wat Arun. Aquí, en medio de lagartos y tortugas, se pueden pasar unas horas de paz y tranquilidad mientras en Bangkok bulle la vida y el tráfico. El recinto resulta ideal para hacer un pícnic, por lo que es un destino muy popular entre las familias tailandesas para pasar el tiempo libre.
Ir de compras como estilo de vida:
Chanond Ruangkritya, delante del centro comercial EmSphere y al volante de uno de los favoritos de su colección, un 911 Carrera RS en el color original rubí estrella. EmDistrict es un lujoso centro comercial y de ocio situado en pleno corazón de Bangkok y compuesto por tres complejos principales: Emporium, EmQuartier y EmSphere. Ubicado en el barrio de Phrom Phong, junto a Sukhumvit Road, ofrece una experiencia de compras de primer nivel con marcas prestigiosas, restaurantes gourmet, opciones de entretenimiento y espacios artísticos.«En cualquier caso, a un promotor inmobiliario no le viene mal explorar la ciudad a pie de vez en cuando», comenta. Eso también es muy recomendable para los turistas. A veces coge un tuk-tuk para volver a Thonglor, el barrio donde reside. El tráfico de la ciudad es el culpable de que casi nunca conduzca los 13 modelos Porsche que tiene en su garaje. Ahora cruzamos la ciudad en dirección a Thonglor en una furgoneta eléctrica. «Mire, aquí tengo todo lo que necesito», explica Ruangkritya mientras desliza los asientos hacia delante y hacia atrás y muestra una pantalla que baja del techo cuando hay alguna teleconferencia. Durante el viaje, los asientos masajean suavemente la espalda de los pasajeros. En definitiva, todo lo contrario que los modelos Porsche RS que colecciona Chanond Ruangkritya. «Bueno, esto es más bien un aparato de uso cotidiano, como un microondas», explica.
Decide parar un momento en EmSphere, un centro comercial ideado por una amiga suya que está actualmente muy de moda en una ciudad donde no escasea precisamente la oferta comercial. «Los centros comerciales forman parte de nuestra cultura cotidiana», afirma Ruangkritya. Cuando hace mucho calor fuera, uno aprende a apreciar los lugares que tienen aire acondicionado y ofrecen no solo compras, sino también entretenimiento. En EmSphere se puede encontrar una cuidada selección de productos más informales que lujosos, pero también un club exquisito en la azotea.
Después, seguimos nuestra ruta hacia el actual lugar favorito de Ruangkritya en la ciudad. Curvistan Bangkok, en Thonglor, es lo más parecido a una tienda temporal para entusiastas de Porsche. Allí hay modelos especiales que se van alternando sobre un podio, además de carteles, reliquias de diseño y una buena cafetería. «Aquí lo principal no es vender vehículos», explica Ruangkritya. «Se trata más bien de cuidar la marca, los clientes y la comunidad». El que ya posee un Porsche puede entretenerse con la narración acompañada de imágenes impactantes de cada modelo. Los demás pueden soñar con ello mientras toman un café. Los productos de lujo están sujetos a enormes impuestos en Tailandia y aquí un deportivo Porsche es una adquisición que presupone una pasión muy especial. Un templo como Curvistan Bangkok es el marco perfecto para este tipo de veneración.
Ruangkritya concibió el proyecto junto con el diseñador creativo y fotógrafo alemán Stefan Bogner, editor de la revista de viajes Curves. En la primera planta hay una sala de reuniones con madera oscura, una cocina de lujo y cómodos sofás. Aquí, el empresario se sienta y cede la palabra a una entusiasta empleada, que presenta un vídeo y explica el interesante concepto de la Porsche Design Tower Bangkok proyectada, que se construirá muy cerca. Será el primer edificio de este tipo en Asia y el tercero del mundo, después de los de Miami y Stuttgart, y estará terminado en el cuarto trimestre de 2028. Para el promotor inmobiliario, esto no solo supone hacer realidad el sueño de su vida, sino que la Porsche Design Tower Bangkok es también el proyecto de construcción número 100 de su empresa, y a Ruangkritya le gustaría ampliar el concepto a otras metrópolis asiáticas.

Del boceto a la torre:
El promotor inmobiliario, ante unos planos de construcción. Su proyecto más ambicioso actualmente es la Porsche Design Tower Bangkok, que se está construyendo en su barrio. A la derecha se puede ver una representación del edificio.No es casualidad que el exclusivo proyecto se vaya a realizar en Thonglor, puesto que el barrio de Ruangkritya cuenta con una mezcla bastante única de comida callejera y alta cocina, además de bares ocultos tras puertas discretas. Es un distrito elegante y atractivo al mismo tiempo. La torre tendrá 22 viviendas, y no serán apartamentos en sentido estricto, sino «Stacked Villas», o sea, «villas apiladas» a partir de unidades dúplex o cuádruplex. En el corazón de la torre habrá un camino de acceso en forma de espiral, llamado «The Loop», que permitirá maniobrar con el vehículo hasta el denominado «Passion Space», donde hay espacio para las pasiones. «Por ejemplo, una clienta quiere montar un estudio de Pilates allí donde otros aparcarán sus coches». Hay algo importante para los aficionados a los vehículos deportivos: los gases de escape se aspiran y, además, los Passion Spaces están insonorizados. «Aquí también se pueden organizar fiestas sin molestar a nadie», explica Ruangkritya.
Otros aspectos destacados del proyecto son una fachada adaptable, inspirada en el «Kinetic Move» del mecanismo del techo del Targa y su funcionalidad híbrida, que cuenta con un sistema de puertas de terraza totalmente automático para una conexión perfecta entre el exterior y el interior. También está la estructura del zócalo, denominada «X-Frame», cuya forma se basa en el diseño del prototipo Mission R. Además, cabe destacar «The Crown», una firma luminosa en la punta de la torre de 95 metros de altura inspirada en la firma luminosa de Porsche que enriquecerá el horizonte nocturno de Bangkok.
Los precios de estas viviendas exclusivas parten de los 15 millones de dólares. Las primeras ya se han vendido, y el propio Chanond Ruangkritya será el propietario de una de las villas. Él y su mujer quieren dejar la vivienda que poseen actualmente a sus tres hijos, que pronto serán adultos.

Ashton RAMA IX:
Ruangkritya planifica sus edificios en torno al estilo de vida de una clase media emergente. El Ashton Condominium es uno de los proyectos que han hecho grande a su empresa, Ananda Development. Situado en la Rama IX Road, es casi un símbolo de Bangkok, imposible de pasar por alto. Aunque el edificio residencial está en una ubicación céntrica, también se puede disfrutar en su interior, por ejemplo en una de las piscinas o en el gimnasio.Ahora acompañamos al exitoso empresario a un edificio que hay cerca de su casa y que, desde fuera, no parece gran cosa. Se abre una puerta enrollable que da paso a una sala de color negro mate donde hay coches deportivos aparcados unos junto a otros y repartidos en tres pisos. Basta pulsar un botón para subir y bajar los coches, como si fuera un ropero vertical. «¿Qué modelo quiere ver?», pregunta. Hay un 718 Cayman GT4 en un compartimento, un 911 (964) en otro, y delante, listo para salir, un Carrera GT. Entonces, empuja el coche unos metros haciendo chirriar los neumáticos sobre el suelo pulido hasta la posición correcta para el fotógrafo.

Un hobby muy costoso:
El coleccionista, en el garaje que tiene cerca de su casa en Thonglor. Allí guarda sus coches deportivos en tres niveles.
«Me encanta conducir y solo paro el coche cuando es estrictamente necesario.» Chanond Ruangkritya

Colorido:
Chinatown es el escenario ideal para el 718 Cayman GT4 RS con el legendario diseño «Sau» («cerdo»).Ruangkritya sigue siendo un amante de lo analógico, de los motores de combustión y de los cambios manuales. Nos conduce hasta la galería, desde donde es posible admirar aún mejor la colección, que incluye dos 911 GT3 RS de las generaciones 996 y 997 y un 911 Carrera RS (993), entre otros. «Solo quería instalar dos niveles, pero mi mujer me dijo enseguida: “¡Haz tres!”. Y ahora, aun así, ya me he quedado sin sitio». Para comprarse un coche nuevo, primero tiene que vender uno. Desde la galería también se leen palabras en alemán escritas en rojo sobre rosa en un 718 Cayman GT4: «Rüssel», «Hals», «Schulter», «Wamme», «Schinken», «Schwanz» («morro», «cuello», «paleta», «papada», «jamón», «rabo»). «Es un homenaje al famoso coche de carreras apodado “Sau” (“cerdo”), que participó en Le Mans en 1971», explica Ruangkritya. En las paredes de la sala hay colgados muchos carteles de carreras antiguos. En la galería hay una cocina, sofás y dos puestos de conducción para jugar al Gran Turismo. También hay juegos de mesa, maquetas de coches y micrófonos para una buena noche de karaoke. Ruangkritya se ríe encantado. «No obstante», y aquí su buen humor se enturbia ligeramente, «vengo aquí demasiado poco». Al menos, los coches deportivos sí que se mueven, menos en Bangkok que en los alrededores, y los conduce él mismo.
Cuando no se está preparando para una maratón, el domingo ideal de Ruangkritya es hacer una ruta por la mañana temprano con uno de sus modelos RS. Y con esto no solo se refiere a las salidas con otros aficionados a Porsche de Tailandia, que se celebran regularmente bajo la denominación en alemán «Das Treffen» («La reunión»). «También están bien sobre todo para quedar con los amigos», explica Ruangkritya, «pero en realidad hacemos demasiadas pausas. A mí me encanta conducir y solo paro el coche cuando es estrictamente necesario». Por tanto, gasolinera, repostar, comer algo rápido y seguir adelante. «Si es posible, durante doce horas». Y sin música, aunque para él también sea algo muy importante. La felicidad consiste en conducir un 911 GT3 RS hasta que le duela la espalda.
Solo queda la pregunta de para qué sirve todo eso si uno siempre tiene presente la fugacidad de todas las cosas. Para Chanond Ruangkritya, no es contradictorio. «Lo importante es el momento», afirma, y hay que diseñar conscientemente cada uno de esos momentos. Por eso le gusta levantarse tan temprano por la mañana y ver salir el sol, «eso me recuerda al mismo tiempo la belleza y la fugacidad de la vida». De ahí la meditación, las salidas los domingos, las viviendas hermosas, las llamadas de negocios estrictas o la música, que siempre debe sonar. Y también por eso se enfada tan poco: eso solo serviría para estropear el momento siguiente.
Porsche Design Tower Bangkok
Aquí se accede al sitio web.
Datos de consumo
911 Carrera T
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10.9 – 10.5 l/100 km
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247 – 237 g/km
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G Class
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G Class
Macan Turbo Electric
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20.7 – 18.9 kWh/100 km
-
0 g/km
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A Class