Master class
Rugido de motores, análisis profesional en vídeo, un ganador de Le Mans como instructor... En la Porsche Track Experience en el circuito Paul Ricard, los participantes aprenden a llevar sus deportivos al límite de sus prestaciones. Christophorus visita los eventos de conducción en la localidad francesa de Le Castellet para vivir de cerca ese ambiente automovilístico tan especial.
El instructor Phil Bastiaans añade unas últimas indicaciones valiosas antes de pisar el acelerador de su 911 GT3 RS (992) para salir de boxes camino a la pista de Paul Ricard. «Tened presente lo que hemos hablado en el análisis», se oye por la radio que le permite estar conectado permanentemente con sus alumnos. «Atención a la línea ideal. Fijaos en los puntos de frenado. ¡Y divertíos!». Entonces, Bastiaans llega en 3,2 segundos hasta los 100 km/h con esta máquina de 525 CV (386 kW; 911 GT3 RS: consumo combinado de combustible (WLTP) 13.2 l/100 km, emisiones combinadas de CO₂ (WLTP) 299 g/km, CO₂ class G , CO₂ class weighted combined G ) y sigue acelerando.
En el asiento del copiloto se siente uno atrapado por las fuerzas centrífugas y las vibraciones se perciben en todo el cuerpo cuando el deportivo de altas prestaciones pasa por encima de los pianos rojiblancos. La rutina del experimentado instructor de Porsche transmite sensación de seguridad.
También cuando el GT3 RS alcanza los 258 km/h en la recta Mistral de un kilómetro, antes de frenar —tarde, pero en el momento preciso— y pasar la temida curva de Signes a unos 130 km/h. Bastiaans, que ya ha participado en más de 200 carreras en distintas categorías, maneja el vehículo con habilidad por las sinuosas curvas del trazado de 5,8 kilómetros en la Costa Azul. Disfrute total al volante, pura adrenalina, máximas prestaciones. Estos son los momentos que hacen a los aficionados al automovilismo viajar a los circuitos del mundo para vivir lo que otros solo pueden soñar: la Porsche Track Experience.
Subiendo de nivel
La Porsche Track Experience es la continuación moderna de la Escuela de Conducción Deportiva Porsche fundada en 1974, que este año cumple medio siglo. Nuevo nombre y nuevos vehículos, pero el mismo compromiso: todo el que quiera aprovechar al máximo las prestaciones de un Porsche participa y aprende.
Ya sea para rodar en un circuito una vez en la vida o para formarse como piloto, todo cabe en la Track Experience. Hay cuatro niveles de formación progresivos: «Discover», para las primeras experiencias en pista, como en los Porsche Experience Centers internacionales; «Learn», que gira en torno a la seguridad al volante y el dominio del vehículo; «Boost», el formato de aprendizaje en circuitos internacionales de Fórmula 1; y «Race», el curso más avanzado para convertirse en piloto en la Rennsport Academy. El que quiera llegar a lo alto de la pirámide debe empezar desde el primer nivel e ir ascendiendo como en un videojuego, solo que con experiencias auténticas. Desde el evento básico de conducción hasta el paso al automovilismo profesional, el equipo de la Porsche Track Experience está al lado de los clientes a lo largo de toda la fase de aprendizaje.
«Les facilitamos in situ a nuestros clientes un amplio paquete de servicios.» Monika Tigges
Trabajo entre bastidores
Para que estas vivencias sean posibles, el trabajo entre bastidores también debe ser perfecto. Hoy en día, los eventos de la Porsche Track Experience se agrupan para trabajar con eficiencia. El equipo de Porsche está unos diez días en cada uno en los circuitos internacionales de Gran Premio, y eso hasta cinco veces al año. En ese período tienen lugar eventos de conducción de distintos niveles en colaboración con Manthey Racing. En este fin de semana de mediados de junio, asistimos al curso «Master GT3 RS» de dos días, el tercer nivel para conductores ya avanzados y diseñado específicamente a la medida de ese modelo Porsche.
«Les facilitamos in situ a nuestros clientes un amplio paquete de servicios que no existe en ninguna otra parte», explica Monika Tigges, directora de proyecto del Porsche Track Tour. «No tienen que preocuparse de nada, desde la ropa ignífuga hasta el vehículo, que pueden alquilar en su color preferido». El trabajo de Tigges consiste en garantizar que la infraestructura esté preparada en cuanto comienza el evento, y eso supone un enorme esfuerzo. Solo para ello se han transportado en camión hasta el sur de Francia 120 deportivos, divididos en 90 coches de carretera y 30 de competición. Así se usan unos modelos mientras los mecánicos trabajan en paralelo para poner a punto los demás. «En este sentido, Manthey Racing es el socio ideal. Su equipo pone a punto los vehículos a un nivel altísimo y colaboran mano a mano con el departamento de competición de Porsche», explica Tigges.
Para que todo funcione a la perfección sobre el terreno, se debe hacer frente una y otra vez a retos logísticos junto con el equipo de Manthey. «Solo para las piezas de repuesto y los neumáticos necesitamos otros cuatro camiones», comenta Tigges. La labor es ingente, pero también el trabajo al detalle. «Preparamos los coches a la medida de los deseos personales de los clientes», añade Florian Kettel, del equipo de operaciones de Manthey. «Eso incluye hasta la temperatura deseada en el habitáculo».
Una vez que comienza el evento, unas 50 personas se encargan en segundo plano de que todo marche sobre ruedas, nunca mejor dicho. Aquí, en un templo legendario de la Fórmula 1 como es el circuito Paul Ricard, los boxes se han remodelado para convertirlos en talleres y oficinas. La amplia área de Hospitality —con muebles de lounge, zonas de comedor y cafetería— está lista para recibir a los invitados. En el recinto que hay a la derecha de la entrada principal del complejo, los vehículos del día están listos para arrancar, mientras que detrás esperan su momento los demás modelos. Las carreteras de acceso están bloqueadas y el recorrido, que permite hasta 180 configuraciones de pista, está habilitado en exclusiva esos días para los participantes en la Porsche Track Experience.
«Además de la infraestructura, también hay que ocuparse de muchas cosas en cuanto al contenido», explica Frederic Klein, director del proyecto Event Operations en Porsche. «¿Cómo es el plan de formación concreto? ¿Qué vehículos se utilizan? Supervisamos toda la experiencia del cliente, desde la reserva hasta la última vuelta a la pista». Klein está presente en todo momento como interlocutor directo para participantes y se ocupa de que todo sea perfecto. «No obstante, tenemos la rutina tan interiorizada que las cosas salen automáticamente», subraya. «Los productos nos lo ponen muy fácil a la hora de entusiasmar a nuestros clientes por la marca, y ese es nuestro estímulo cotidiano».
Escuela de conducción 2.0
El programa de conducción «Master GT3 RS» abarca diversos aspectos de la competición, como los ajustes del vehículo, la inspección del recorrido, el análisis de datos y vídeo o las vueltas en el circuito.
Un instructor tutela a dos participantes, que pasan con él su fin de semana personal de carreras. Dicho instructor dirige sesiones de análisis y les da valiosos consejos por radio mientras ruedan por la pista. «Mi objetivo prioritario es que los clientes mejoren como conductores», afirma Constantin Dressler, que trabaja como instructor para Porsche desde hace 14 años. Su consejo más importante: «Conducir con previsión, eso es algo que le recomendaría a cualquiera. Si la mirada se centra solo en lo que hay delante del vehículo, te pierdes la siguiente curva». Nico Castrup, colega de Dressler, añade: «Siempre se pueden trabajar los detalles técnicos, pero en general hay que aprender a confiar en las sensaciones». Igual que Dressler, Castrup ejerce como instructor para Porsche desde 2010. Tienen en común que compiten a título particular en campeonatos pequeños y que pueden recurrir a su enorme experiencia a la hora de asesorar a los clientes. Bueno, y también que ambos tienen aquí el trabajo de sus sueños.
Este fin de semana cuentan con el apoyo de dos ganadores de Le Mans. Timo Bernhard llega desde Alemania y André Lotterer acude en su 911 Turbo S Cabriolet (992) desde Mónaco. Ambos quieren compartir con los participantes de la Track Experience sus experiencias en los circuitos más legendarios del mundo.
Talleres, asesoramiento sobre el trazado ideal y los puntos de frenado óptimos, conducción libre con los campeones... Para estos trepidantes eventos, Porsche recurre en todo el mundo a pilotos oficiales y embajadores de marca. «La pista de Le Castellet tiene muchas curvas largas que hay que dominar bien técnicamente», explica Lotterer. «Ese es un desafío en el que podemos ayudar». También Timo Bernhard está familiarizado con las trampas del circuito. Antes de que Porsche consiguiera tres veces consecutivas la victoria absoluta en Le Mans con el 919 Hybrid en 2015, 2016 y 2017, Bernhard participó en las pruebas de desarrollo.
En 2017 formó parte del equipo ganador. «En Paul Ricard se sentaron algunas de las bases para los éxitos posteriores», subraya el piloto, con una larga trayectoria en la Porsche Track Experience. «Con sus rectas tan largas, el recorrido se parece mucho a Le Mans. Aquí hemos completado innumerables test de resistencia de 30 horas». En la Track Experience ve cómo su experiencia se convierte en valiosos segundos. «Una vez, un participante tuvo problemas con el circuito. Por si fuera poco, se puso a llover», recuerda el embajador de marca. «A pesar de todo lo intentamos, condujimos tres cuartos de hora seguidos y al final consiguió mejorar 10 segundos».
Fascinación por el circuito
Alguien que podría hablar todo el día sobre ese tipo de aprendizaje es Andreas Frohn, un alemán de Siegen, en Renania del Norte-Westfalia. «Desgraciadamente, estrellé contra un árbol mi primer 911, un Cabriolet 964 negro como el carbón», comenta entre risas. «Entonces me volví a presentar humildemente en el concesionario, donde me dijeron: “Ningún problema, ¿qué le parecería nuestra Escuela de Conducción Deportiva?”». Eso fue hace 29 años. Desde entonces, Frohn participa habitualmente con su esposa en los eventos de conducción de la Porsche Track Experience. «Ya he estado en más de 200», relata Frohn, oftalmólogo de profesión. «Al principio por motivos de pura seguridad, pero más tarde por mero disfrute». Aún hoy sigue aprendiendo y añade: «En el caso del GT3 RS, también hay que conocerlo primero». Los vehículos, el circuito, la atmósfera. Por regla general, el que viene una vez repite. Leonardo Fração ha llegado desde la ciudad brasileña de Porto Alegre. Cada año vuela cuatro veces a Europa para participar en una de las muchas Porsche Experiences. «Es maravilloso encontrarse con tantos amigos de todo el mundo que comparten tu pasión», afirma el brasileño. «Además están las experiencias de competición, esa es la combinación perfecta. Solo de ayer a hoy he mejorado cuatro segundos».
Recta de meta
Cuando uno se sienta junto al instructor Phil Bastiaans y pasa 20 minutos en el circuito con él y sus dos alumnos, pronto queda claro lo que quiere decir Leonardo Fração. Tres 911 GT3 RS dan una vuelta tras otra y Bastiaans observa detenidamente lo que hacen sus pupilos. A veces él marcha delante marcando el ritmo y la línea ideal, y luego se retrasa para observar mejor a los participantes desde atrás. Transmite continuamente instrucciones por radio y mejora así el aprendizaje en directo. Durante el recorrido, hace ajustes en el sistema de amortiguación Porsche Active Suspension Management (PASM) mediante las unidades de mando en el volante de su GT3 RS. Además, mejora el comportamiento de la dirección en las curvas utilizando los ajustes del Porsche Torque Vectoring Plus (PTV+). Conocimientos muy valiosos que transmite también a sus alumnos. En resumen, Bastiaans lo tiene todo bajo control.
Entonces, el neerlandés dirige el GT3 RS de nuevo hacia los boxes y desde allí al área de Hospitality, pero la sesión aún no ha acabado. Justo después, el equipo se reúne para el análisis de vídeo, siempre con el objetivo de ganar unos segundos la próxima vez.
Desde hace 50 años, Porsche instruye de esta manera a apasionados conductores aficionados convirtiéndolos en ambiciosos pilotos. La pasión por la marca se percibe por todas partes bajo el sol francés en la Costa Azul. Y entonces, ya por la tarde, todos los participantes se reúnen una vez más para vivir el colofón de una jornada intensa. Se escucha por los altavoces el Happy Birthday de Stevie Wonder y se sirve una tarta donde luce un gran 50 en el centro. Todos celebran juntos el aniversario y se percibe cada vez más la sensación de formar parte de algo muy especial. Aquí se traslada al futuro lo que se inició hace 50 años con vehículos y vivencias que hacen soñar a diario a muchas personas.
Porsche Track Experience
Iniciada hace 50 años con cursos de conducción y seguridad, la Porsche Track Experience ya ofrece diversos programas de formación en todo el mundo. Los clientes viven sus primeros cursos en los Experience Centers o en Track Experiences en sus países. Los conductores avanzados acuden a la Porsche Track Experience operada por Manthey Racing en diversos circuitos de Fórmula 1 en Europa. Allí realizan distintos programas de formación con coches de carretera y de competición y, si así lo desean, pueden llegar al automovilismo profesional.
En el vídeo: más impresiones dinámicas de la Porsche Track Experience.
Datos de consumo
911 GT3
-
13.0 – 12.9 l/100 km
-
294 – 293 g/km
-
G Class
-
G Class
911 GT3 RS
-
13,2 l/100 km
-
299 g/km
-
G Class
-
G Class
911 Turbo S Cabriolet
-
12.5 – 12.1 l/100 km
-
284 – 275 g/km
-
G Class
-
G Class
Taycan Turbo GT con paquete Weissach
-
21.3 – 20.6 kWh/100 km
-
0 g/km
-
A Class