El deseado
Porsche Ibérica – 20 años del Porsche Cayenne: el tercer Porsche llegó al mercado en un momento socioeconómico “ideal” en nuestro país y se convirtió casi en un fenómeno social en aquellos primeros años del nuevo siglo.
La historia del Porsche Cayenne tiene mucho que ver con España, incluso antes de su nacimiento, porque el nuestro fue uno de los países en los que llegó a ser el coche más soñado y admirado. Realmente era “el deseado”, el coche que todo el mundo quería tener, sin importar sexo, estilo de vida o cualquier otra clasificación social. La expectación que generó el Cayenne, el atractivo y el aura de sofisticación, deportividad y distinción que provocó incluso antes de su llegada a los Centros Porsche, fue algo que no habíamos experimentado antes en Porsche.
Como cualquier producto, tendencia o idea disruptiva, el Cayenne también tuvo críticas y detractores. Algunos llegaron incluso a considerarlo como un sacrilegio de los principios y tradiciones de Porsche, pero solo fue necesario que algunos de los más críticos se pusieran a los mandos del Cayenne para comprobar que era un auténtico Porsche. Los ingenieros y diseñadores de la marca habían llevado esa esencia a una nueva y hasta entonces desconocida dimensión. Una dimensión en la que dos décadas después acaban de entrar otros conocidos fabricantes de deportivos.
Aprendizaje en España
Una buena parte del desarrollo de aquel primer Cayenne tuvo lugar en España y no precisamente en las carreteras que unen la Costa del Sol con Sierra Nevada, donde desde hace décadas es habitual ver coches camuflados en su fase de pruebas. Los ingenieros de Porsche eligieron una finca en la provincia de Lérida, en la localidad de Bassella. Un inmenso y espectacular espacio creado para disfrutar de la conducción todoterreno sobre dos o cuatro ruedas, hoy dirigido por Pau Soler, Director de la Escuela de Conducción de Porsche Ibérica. Las pistas de Bassella sirvieron para formar a los que debían diseñar aquel primer Cayenne, inicialmente conduciendo modelos de otras marcas. Esas rutas de montaña fueron más tarde el escenario de las pruebas de desarrollo de aquel revolucionario Porsche, creado para ser tan deportivo en asfalto como aguerrido en los más complicados terrenos.
Pero la llegada de un Porsche “diferente” también exigió una formación específica en todas las áreas. A principios de 2002 los responsables de posventa de los Centros Porsche ya estaban aprendiendo todo lo que debían saber de ese inédito y rompedor Porsche. José Vellé, actual Director de Posventa de Centro Porsche Madrid Norte recuerda aquel momento histórico. “En Porsche ya teníamos modelos con tracción total pero no con las aptitudes de un todoterreno por lo que había que formar a todo el personal y prepararnos para unas previsiones de ventas muy superiores a lo que estábamos acostumbrados”. Aquellas previsiones se quedaron cortas en poco tiempo gracias al apabullante éxito del Cayenne. Pero lo que realmente impresionó a José Vellé y a todo el equipo de posventa fue la primera vez que se pusieron al volante de un Cayenne en las pistas de Bassella. “Ya sabíamos que en asfalto iba a ser un verdadero deportivo, era un Porsche, pero en ningún momento pensamos que se podía circular por terrenos tan abruptos y difíciles con la facilidad y seguridad con la que lo hacía el Cayenne. Fue algo impresionante”.
Marketing y ventas, un desafío
En todas las divisiones de Porsche Ibérica la llegada del Cayenne fue todo un reto. Los posibles clientes tenían que experimentar lo que suponía conducir ese Porsche “diferente”. José Antonio Ruiz Escudero, actual Director de Comunicación de Porsche Ibérica, era por aquel entonces Marketing Manager y estuvo muy implicado en aquel lanzamiento. “Teníamos una confianza absoluta en que el Cayenne se iba a convertir en un mito y un referente, como ya lo había sido el 911 cuatro décadas antes”. Pero había clientes que dudaban de la “pureza” de ese nuevo Porsche. José Antonio recuerda: “Escuchábamos todas las dudas y las críticas de los clientes y potenciales clientes. Nuestra respuesta era siempre la misma: ¡pruébalo! Organizamos innumerables eventos de conducción, tanto en Bassella como en otros enclaves por toda la península. Ese fue el mejor argumento para disipar cualquier crítica. El Cayenne era un auténtico Porsche dentro y fuera del asfalto porque también era un verdadero todoterreno con reductora capaz de franquear las más sorprendentes dificultades”.
Deseado y soñado, un mito.
La respuesta en las cifras de ventas fue inmediata y el número de Cayenne vendidos en el primer año completo de su comercialización duplicó la suma de 911 y Boxster. “En Porsche Ibérica vivimos un boom comercial sin precedentes gracias al Cayenne. Ahora, dos décadas después, seguimos estando convencidos de que el Cayenne está cada vez más cerca de pasar a la categoría de mito, es solo cuestión de tiempo. La prueba es que ya son varias las marcas de deportivos que han seguido el mismo camino”.
El momento perfecto
La llegada del Cayenne coincidió con una época de extraordinaria bonanza económica en España, con unas cifras de ventas de vehículos que crecían año tras año desde 1999. Con la llegada del Euro, en 2002, nació un automóvil que abrió las puertas de Porsche a una clientela mucho más amplia que admiraba lo que significaba conducir un Porsche pero con unas necesidades de espacio muy superiores a las que un 911 o un Boxster podían ofrecer. Amplio, cómodo, funcional, polivalente, con estilo y una imagen que transmitía seguridad, aquel primer SUV de Porsche ofrecía todo lo que un nuevo tipo de clientes buscaba y que ningún otro deportivo Porsche les había ofrecido hasta ese momento.
También fue el modelo que atrajo a Porsche nuevos clientes procedentes de marcas premium. Es el caso de Joaquín, uno de los primeros propietarios de Cayenne en España. “Fui al Centro Porsche a verlo y salí con el pedido hecho. Semanas más tarde, cuando pude probarlo, quedé absolutamente convencido de mi decisión. Soy un apasionado del concepto de coche deportivo, me entusiasma conducir y algunas de mis aficiones exigen algo más que circular fuera del asfalto. El Porsche Cayenne me permite disfrutar de esa conducción deportiva y a la vez disponer de un verdadero todoterreno”. Cada uno de sus dos primeros Cayenne Turbo le han durado unos diez años y 200.000 kilómetros. Ahora conduce un espectacular Turbo S E-Hybrid. La historia de éxitos de Cayenne continúa, con una nueva silueta Coupé y su paso firme a la categoría de mito. Aquellos Cayenne de la primera generación ahora son buscados por los coleccionistas como una inversión. Dos décadas después sigue siendo “el deseado”.
Datos de consumo
718 Spyder RS
-
12,7 l/100 km
-
288 g/km
-
G Class