El primer viaje de muchos
Porsche de México – Porsche trasciende las cuatro ruedas: pocos clientes más leales que ustedes, los que nos dan su confianza y consideran esta marca como suya, como propia. Por todos ustedes estamos robusteciendo nuestro programa de lealtad y, en colaboración con nuestros socios de negocio, los concesionarios de la Ciudad de México, pusimos en marcha esta primera Experiencia de la mano de Rémy Martin.
Qué mejor lugar para comenzar estos magníficos viajes con socios de primera que el equipo de Marketing de México se ha propuesto organizar que el hotel The Alest en el vibrante Polanco. Y qué mejor socio que Rémy Martin y su exquisito coñac Louis XIII.
La cena maridaje fue una estupenda excusa para coincidir una vez más y disfrutar de un menú delicioso entre gente de primera, aprovechando el verano de la ciudad de México. Las fotos no nos dejarán mentir.
Nos recibió un Porsche 911 de 1964, engalanado y embellecido (¡como si fuera posible!) para la ocasión. Gracias muy especiales al Porsche Club y a Jaime Arguimbau.
Para conocer mejor al exquisito anfitrión, contamos con la presencia de Adele Juge, que, además de ser la embajadora de Rémy Martin para su producto estrella, consiguió encandilar a los comensales con su conocimiento del cliente mexicano y, por supuesto, del proceso de degustación.
Esta vez solo 20 afortunados pudieron disfrutar de esta cena tan especial. Sí, sí, ya estamos trabajando en el próximo evento y en seguir ofreciendo a nuestros clientes este especialísimo journey, que complementa toda la experiencia que representa ser uno de nuestros clientes en México.
Rémy Martin Louis XIII
El nombre fue elegido como homenaje al rey Luis XIII de Francia, el monarca reinante cuando la familia Martin se instaló en la comuna de Cognac en el siglo XVIII. Fue el primer monarca en reconocer el coñac como una categoría por derecho propio en el mundo de los aguardientes.
El coñac Louis XIII se produce, desde el cultivo de las uvas hasta la destilación y el envejecimiento, en la región vitivinícola de «Grande Champagne de Cognac». La mezcla final se compone de uvas de casi 1200 viñedos diferentes, algunos con viñas de hasta 100 años de edad.
El área de Cognac se distingue por su composición de piedra caliza, que se considera ideal para las uvas empleadas en la producción. El proceso de añejamiento se lleva a cabo exclusivamente en barricas de roble francés de paredes finas, diseñadas originalmente para el transporte marítimo y que ya no se producen.
Desde 1874, cada generación de bodegueros ha seleccionado los mejores y más antiguos aguardientes Louis XIII. Como es posible que el maestro bodeguero nunca llegue a probar la mezcla final ab la que están destinados algunos de estos aguardientes, debe formar cuidadosamente a un sucesor. El actual maestro bodeguero de la Casa, Baptiste Loiseau, se incorporó como aprendiz del maestro anterior y luego asumió el cargo en 2014, a la edad de 34 años.
Por dentro y por fuera, este coñac es impresionante. El concepto del decantador Louis XIII se originó en 1850, cuando Paul-Emile- Rémy Martin encontró un frasco de metal, que había sido recuperado originalmente del lugar donde ocurrió la batalla de Jarnac (1569). Lo compró como antigüedad y registró los derechos para su reproducción. En 1874, en honor al 150.º aniversario de la Casa, diseñó una réplica de vidrio de la petaca para utilizarla como recipiente para su mejor coñac. Hoy en día, cada recipiente de cristal estó hecho a mano por fabricantes franceses de cristal: Baccarat, Saint-Louis y Cristallerie de Sèvres.
El Louis XIII se embotella en varios tamaños: Classic (700 ml o 750 ml para los EE. UU.), Magnum (1,5 l o 1,75 l para los EE. UU.),Miniatura (50 ml), Jeroboam (3 L) y Matusalén (6 l).
Es de mal gusto hablar del precio de este exquisito destilado.