Espectro inagotable
Los colores tienen vida propia, despliegan su fuerza con estridencia chillona, suavidad nostálgica y con todos los matices entre estos extremos y aún más allá. Porsche hace realidad los sueños en azul Marítimo, verde Menta, rubí Estrella y un sinfín de tonos diferentes, incluido el naranja de un platillo de café.
¿Dónde es más intenso el azul celeste, al pie de una montaña o en la cumbre? El naturalista de Ginebra Horace Bénédict de Saussure construyó a finales del siglo XVIII un instrumento para medir el color del cielo. Su denominado «cianómetro», una especie de círculo de colores con un agujero en el centro y 53 tonos de azul en el borde, pasó a la historia de la ciencia. Su usuario más famoso fue probablemente el naturalista alemán Alexander von Humboldt, que se llevó este aparato en 1802 a su primera expedición a Sudamérica y midió los valores de azul de la atmósfera en la cumbre del volcán ecuatoriano del Chimborazo. Ya en el siglo XVII, el científico británico Isaac Newton demostró experimentalmente que la luz blanca se compone de diversos colores. Los separó a través de un prisma y los volvió a reunir formando luz blanca. Así se pueden generar todos los colores primarios.
¿Cómo surgen los colores y cuáles son sus efectos? Estas preguntas ocupan hasta el día de hoy a la ciencia... y también a Porsche. La tarea de la diseñadora de Color and Trim, Daniela Milošević, consiste en crear colores para los automóviles del mañana que sean capaces de subrayar el carácter de los vehículos. «Para el Taycan fue el azul Neptuno, entre otros», explica. «Era más suave que nuestro azul Shark, que sin embargo encaja a la perfección con el deportivo GT3». También el Frozenblue metalizado creado para el Taycan significa para ella mucho más que una mera composición de pigmentos: «Simboliza la ligereza de la movilidad eléctrica, recoge tonos pastel muy de moda y es al mismo tiempo una cita de la historia de Porsche».
Boris Apenbrink se ocupa a diario de los colores históricos. Dirige el área de vehículos en la fábrica de Porsche Exclusive en Zuffenhausen. «Con casi ningún detalle de equipamiento los clientes hacen una declaración tan fuerte como con un color especial», afirma. La mayoría de los clientes piden colores históricos. Uno de los más solicitados: «El famoso azul Gulf como reminiscencia del exitoso Porsche 917 de la década de 1970».
«Con casi ningún detalle de equipamiento los clientes hacen una declaración tan fuerte como con un color especial.»
Boris Apenbrink, Director de Vehículos Porsche Exclusive Manufaktur
Pero está aumentando el número de clientes que desean colores cada vez más personalizados. Para dar respuesta a esta demanda, un equipo de ingenieros, diseñadores y directores de producto ha ampliado los márgenes de elección. Una tarea titánica. Jonas Friedrich es uno de esos ingenieros: «Además de los colores de serie, metalizados y especiales, ofrecemos las opciones Paint to Sample y Paint to Sample Plus, que nos brindan un espectro prácticamente infinito», explica con entusiasmo. La primera opción incluye una gama de colores ya probados. El Plus de la segunda variante se refiere a crear nuevos colores individualizados basados en las muestras de color entregadas por el cliente.
Friedrich explica el alcance de Paint to Sample con la serie de modelos 911: «A partir de ahora, un cliente no solo puede elegir los cuatro colores de serie, sino también ocho colores metalizados y cinco colores especiales adicionalmente entre otros 105 tonos más. Creamos cada uno de ellos individualmente para cada vehículo en nuestro nuevo banco de mezcla de colores en Zuffenhausen. Para aplicarlos a la carrocería se usa la misma instalación de pintura que con las pinturas del programa de colores de serie. Esto requiere una amplia coordinación del proceso, pero garantiza que la calidad sea idéntica».
«Hoy en día usamos exclusivamente pinturas con base de agua. Según las exigencias actuales, los pigmentos de las pinturas tradicionales no son suficientemente resistentes a la luz.»
Daniela Milošević, Diseñadora de Color and Trim
La oferta Paint to Sample Plus surgió a partir de experiencias con clientes especialmente creativos. «Un diseñador suizo quería que se le pintara su 911 Turbo S en el naranja de su vajilla de desayuno», explica Boris Apenbrink. «Otro cliente quería concretamente el azul de un 911 R muy especial del año 1967. El tono se llama Reventlow Racing Blue en honor de una escudería estadounidense. Encargamos casi 50 muestras hasta que conseguimos lo que estábamos buscando».
Apenbrink explica el camino que lleva desde un deseo de color exclusivo hasta el resultado procesado industrialmente: «Requiere un esfuerzo enorme. Reabrimos procesos de desarrollo de la fabricación en serie que llevaban mucho tiempo cerrados». En efecto, lo que para el cliente es al fin un vehículo con un color uniforme constituye en realidad una compleja obra maestra de la técnica. «Primero recreamos al detalle la muestra del cliente junto con el proveedor de pintura. Más tarde, probamos las distintas formulaciones en las piezas de chapa, plástico y CFRP para ver cómo se comportan las distintas partículas de la pintura en cada caso». Este proceso se debe llevar a cabo no solo en Zuffenhausen para la carrocería, sino también en las instalaciones de los proveedores de piezas como el tirador de la puerta o el alerón. Robin Rohrbeck, Encargado de Compras de Pinturas y Barnices, añade: «Solo en la zona visible de la carrocería de un 911 hay al menos cinco materiales distintos relevantes, desde el componente de aluminio hasta el material compuesto de fibra de carbono». Para un resultado perfecto, cada pintura del mismo color debe tener en función del componente una composición química propia y un proceso de elaboración propio, e incluso las temperaturas de secado oscilan entre los 80 °C y los 140 °C.
Apenbrink describe así un suceso durante la fase de pruebas: «El capó de CFRP de un 911 GT es una de esas piezas suministradas. La imprimación por inmersión sin capó no es ningún problema, pero en la cámara de pintura nos dimos cuenta de que las nieblas pulverizadas por el robot de pintura se distribuyen de forma distinta en las superficies de una pieza bruta de carrocería sin capó. Por tanto, hubo que reprogramar la instalación».
«Solo en la zona visible de la carrocería de un 911 hay al menos cinco materiales distintos relevantes, desde el componente de aluminio hasta el material compuesto de fibra de carbono.»
Robin Rohrbeck, Encargado de Compras de Pinturas y Barnices
Para averiguar cómo se distribuyen las partículas de pintura ultrafinas hasta los últimos rincones, en la opción Paint to Sample Plus se construye al menos una carrocería de proceso completa. La capa de pintura visible solo tiene entre 10 y 30 micras de grosor, pero debajo hay una estructura de varias piezas. Los tonos de rojo, por ejemplo, requieren imprimaciones rojas. «Precisamente en el caso del amarillo se debe observar muy detenidamente la distribución del pigmento en los montantes de las puertas», subraya Daniela Milošević. Y su tono debe mantenerse durante muchos años igual al color exterior, que está expuesto al sol y a la intemperie. Debido a los altos estándares de Porsche, los procesos de desarrollo de colores del programa de serie suelen durar varios años. En las pruebas a largo plazo, las superficies pintadas se exponen durante 24 meses al sol o a sustancias agresivas como productos de limpieza de llantas. Gracias a las técnicas de simulación y los bancos de mezcla de colores más modernos, se ha logrado acortar este período a medio año para el programa Paint to Sample Plus.
Volvamos a las preferencias de la clientela de Boris Apenbrink: sería un error creer que los colores clásicos e históricos se toman simplemente de una estantería. Para el programa Paint to Sample y sus 105 tonos de pintura, algunos de ellos tomados de modelos de hace décadas, fueron necesarios en muchas ocasiones desarrollos completamente nuevos. Por ejemplo, ese es el caso del famoso rubí Estrella que tanto llamó la atención en la década de 1990 en el 911 Carrera RS y que también le va muy bien al Taycan, pero que no fue nada fácil de trasladar al presente. Milošević: «Hoy en día usamos exclusivamente pinturas con base de agua, mientras que en su día aún se usaban pinturas basadas en disolvente. Y sus pigmentos no son suficientemente resistentes a la luz según las exigencias actuales. Tuvimos que reducir la saturación sin que el color perdiera la fuerza de su brillo». Apenbrink tiene otra historia interesante que contarnos: «Para la edición actual del 911 GT3 Touring queríamos revivir una pintura antigua del Porsche 356, el gris plata pez metalizado. Para la pintura original se empleaban de verdad escamas de pescado, y tuvimos que diseñar una fórmula completamente nueva». En Zuffenhausen ya hay dos laboratorios de color que trabajan específicamente en este tipo de tareas. Cuando se hace una creación nueva, el cliente puede darle un nombre.
Más de 200 años después de la invención del cianómetro, el mundo de los colores aún sigue siendo una ciencia muy polifacética. Por cierto, la causa de la diversidad del azul del cielo fue descubierta en el siglo XIX por el físico y premio nobel británico Lord Rayleigh. Demostró que las ondas azules más cortas de la luz del sol son dispersadas con más fuerza por las moléculas del aire que las ondas rojas más largas. Gracias a esta dispersión, podemos contemplar el azul celeste hasta en 53 tonalidades distintas. Una minucia en comparación con el mundo de colores de Porsche.
Datos de consumo
718 Boxster GTS 4.0
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10.9 – 10.1 l/100 km
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247 – 230 g/km
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G Class
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G Class
718 Spyder RS
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12,7 l/100 km
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288 g/km
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G Class
911 GT3 Touring
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12,9 l/100 km
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293 – 292 g/km
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G Class
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G Class
911 Turbo S
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12.3 – 12.0 l/100 km
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278 – 271 g/km
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G Class
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G Class
Taycan Turbo S (2023)
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23.4 – 22.0 kWh/100 km
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0 g/km
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A Class