Lap Time: 1:43,104 min.

Para el campeonato mundial de constructores solo cuentan seis de las 15 carreras, entre ellas las 24 Horas de Daytona. En consecuencia, el nivel de la parrilla es altísimo. Entre los 69 bólidos que inician la carrera, casi uno de cada dos es un Porsche. Catorce coches solo del modelo 935 deben batirse en duelo contra Ferrari, Lancia y BMW.

Porsche domina la clasificación, y nueve de los diez primeros puestos en la parrilla de salida son para pilotos con coches de Zuffenhausen. A la cabeza, Rolf Stommelen. El piloto alemán tenía 37 años en aquel momento y ya había brillado anteriormente varias veces en Florida. Su primera participación para Porsche en las 24 Horas de Daytona se remontaba ya a 14 años atrás. Entonces pilotó un Porsche 906 Carrera 6. En 1968 se puso a los mandos de un 907 LH. En las ediciones de 1978 y 1980 triunfó a bordo de un Porsche 935. Más tarde repetiría esta obra maestra en 1982. Y también en 1981 brilla Stommelen en el 935 del Andial Racing Team desde el principio: con una vuelta en 1:43,104 minutos se asegura la pole position. Así, se distancia por más de un segundo de su inmediato perseguidor, Bob Wollek, al volante del Porsche 935 de Kremer.

Sin embargo, el voluntarioso y al mismo tiempo tranquilo Stommelen no está del todo satisfecho. Se le atribuye una capacidad especial: se dice que es capaz de «leer» el 935. A pesar de su sensacional tiempo, en Daytona percibe un comportamiento del coche un tanto arbitrario, algo que se debe a un soporte del depósito estropeado. En carrera, su fina intuición no le sirve de nada a Stommelen. Problemas en el sistema eléctrico le obligan a abandonar junto con sus copilotos Howard Meister y Harald Grohs exactamente tras 500 vueltas. A pesar de todo, tras 708 vueltas y 4.375,355 kilómetros recorridos, Porsche se hace con la victoria en la clasificación general. Bob Garretson, Robert «Bobby» Rahal y Brian Redman ganan la carrera con su 935 K3.

El 24 de abril de 1983, Rolf Stommelen fallece trágicamente tras estrellarse contra un muro de hormigón. Menos de tres meses antes de su 40.° cumpleaños, es víctima de un accidente mortal a 300 km/h en el circuito californiano de Riverside. Algo especialmente trágico si tenemos en cuenta que le había prometido a su esposa Marlene retirarse del automovilismo al final de la temporada.