ICON: El pulso del tiempo

Un tictac acompasado que durante décadas marcó las pulsaciones de Porsche en Zuffenhausen.

   

El reloj principal fija el ritmo en la sede de Porsche en Stuttgart. Sin él nada funciona. Define el tiempo de Porsche. Desvinculado del tiempo real fuera de las puertas de la fábrica, el temporizador central sincroniza hasta 400 relojes secundarios. Todos ellos coordinan conjuntamente la vida laboral del fabricante de deportivos, tanto en las puertas como en las naves de producción. Allí donde los trabajadores no pueden llevar un reloj por motivos de seguridad y allí donde se realiza el control horario, en los relojes de fichar.

Efectivamente, cada una de las fases de trabajo viene marcada por el ritmo de un reloj principal, desde el suministro de componentes a la fábrica, pasando por la construcción de la carrocería, la pintura y el montaje, hasta el ensamblaje del motor y la «boda», el momento en que se acoplan el chasis y el sistema de tracción. Finalmente, el reloj marca también la hora de la entrega al cliente. Una hora central vinculante fue una de las condiciones básicas para introducir la ajustada producción just-in-time en 1992.

Ahora el antiguo reloj principal, fabricado por Patek Philippe, se jubila y se traslada al archivo empresarial de Porsche, del que pasará a formar parte. El balance no puede ser más satisfactorio. ¿Ha fallado en algún momento? ¡En absoluto! No se ha detenido ni un minuto.

El modelo que ahora se retira tiene un mecanismo análogo accionado por electricidad. Desde su ubicación en la centralita telefónica en la Fábrica 2, Edificio 1, de 1976 a 2014, sus pulsaciones se transmitían por medio de kilométricos cables de telefonía a toda la sede de Zuffenhausen.

Que el reloj haya tenido que abandonar su puesto no es debido a que se volviera negligente. Hasta la fecha, ha funcionado siempre de forma totalmente fidedigna, pero hace tiempo que ha dejado de ser la norma. Con el paso de los años Porsche ha ido buscando nuevos sistemas de control del tiempo. Primero como apoyo al Patek Philippe y más tarde para sustituirlo. Porque en caso de interrupción de la corriente eléctrica, el nuevo reloj principal y todos sus relojes secundarios vuelven a sincronizarse automáticamente al segundo, lo que no podía hacer su antecesor. También pasa a la historia el cableado manual. El corazón actual late digitalmente, dirigiendo el trabajo de los cerca de 14.000 trabajadores de la sede de Zuffenhausen mediante ondas de radio.

Heike Hientzsch
Heike Hientzsch

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