Sé tú mismo
«La brújula de la alimentación» vendió casi un millón de ejemplares. El autor Bas Kast presenta ahora su primera novela. Una entrevista en la cocina sobre cómo conseguir la felicidad a través de las verduras, los sueños Porsche y el tortuoso camino para encontrarse a sí mismo.
Bas Kast corta los limones para nuestro almuerzo con la misma desenvoltura con la que unas horas antes se ha apeado de su Porsche 911 Carrera Targa de 1987. El escritor ya debe estar acostumbrado a que nadie se crea la edad que tiene, supuestamente 47 años. Tal y como se nos presenta, con una delgadez juvenil, vestido con vaqueros y camiseta, y la desenfadada melena peinada hacia atrás, podría pasar fácilmente por 10 años más joven. Debe ser por la alimentación, o por la genética. O quizás también porque ha encontrado un nuevo equilibrio para sí mismo.
«Hoy soy una persona más sosegada, y más aquel que yo quería ser», afirma Bas Kast. Bueno, es fácil decirlo cuando se han vendido casi un millón de ejemplares de su último libro. La brújula de la alimentación de Bas Kast ya va por la 33a edición y se ha traducido a más de 20 idiomas. A finales de septiembre se publicó su última novela en la editorial alemana Diogenes: El libro de un verano, con el subtítulo: «Sé tú mismo». También podría ser el título de su vida. «Mi gran sueño fue ser novelista», cuenta Kast. Y conducir un Porsche 911 Carrera Targa, esto también. Ambos sueños cumplidos. Pero el camino no fue fácil. Todo lo contrario. Rebobinamos unos años: Bas Kast con 40 años recién cumplidos, 10 kilos más de peso, adicto a la comida rápida y autor de libros de divulgación de más o menos éxito, desayunaba chocolate, comía carne casi todos los días y acababa el día con una bolsa de patatas fritas y una cerveza. Hasta aquella tarde de primavera en la que salió a correr y su corazón perdió el compás por un instante. Hacía poco que había sido padre de un niño, cuando los ataques empezaron a ser cada vez más seguidos e incluso nocturnos, y decidió dar una vuelta de 180 grados a su vida. Sobre todo, a su forma de alimentarse. Biólogo, psicólogo y periodista científico, dedicó tres años a investigar sobre temas de nutrición y obesidad. Su búsqueda en miles de estudios e innumerables dogmas y mitos de la nutrición acabó formando parte de una completa guía fundamentada científicamente pero narrada con tanta ligereza que llegó a conquistar las listas de superventas.
Por sí mismo esto ya sería material suficiente para escribir una historia de éxito. Pero era demasiado poco para Kast, que en sus libros de divulgación –entre otros uno sobre el amor, la intuición y la creatividad– prefiere buscar respuesta a las preguntas que la vida le plantea. ¿Y por qué no llevar igualmente a la práctica una parte de las repuestas? Cuanto más sabía sobre alimentación sana mejor se sentía. Descubrió por ejemplo los beneficiosos efectos de las orgías de verduras o el ayuno intermitente o el error de la lipofobia (al menos en relación con el uso de aceites sanos como el de colza u oliva). Cuanto más se animó a cocinar y a eliminar de su dieta diaria la comida basura, más intensamente disfrutó. Desaparecieron los michelines y con ellos las arritmias y los continuos dolores de cabeza. «Ahora estoy más sano que poco antes de cumplir los 40», afirma Kast, que entretanto tiene tres hijos de entre 10 meses y siete años.
«Aunque ya no soy tan estricto como cuando acababa de cambiar mi alimentación». Kast también pone en práctica lo que recomienda a sus lectores. En la medida de lo posible solo come alimentos no procesados y, sobre todo, verduras y hortalizas, carne solo dos veces al mes y solo como acompañamiento, y pescado una o dos veces a la semana.
Hoy, por ejemplo: en la cazuela de acero inoxidable hay una gran trucha pescada en un lago de Franconia. Kast la ha guarnecido con medios tomates, cebollas a cuartos, ramas de romero y un limón cortado en ocho trozos y lo ha rociado todo generosamente con aceite de oliva. Un plato fácil. Kast no es alguien a quien le guste pasar horas en la cocina. «Cocino a diario para mi familia, esto no puede tardar más de media hora», dice mientras mete el pescado en el horno. En los fogones cuece a fuego lento una sopa de lentejas con tomates, ajo y caldo de verduras. Es una receta de su hermana Ellen, que cuando cayó en la crisis por su corazón desacompasado le animó a cambiar el tipo de alimentación. «Justo acababa de hacer una dieta low carb y estaba encantada de cómo se sentía. Fue pura casualidad».
En la lista de la compra de Kast ya no hay cabida para salchichas, patatas fritas o carne procesada (¡esto en ningún caso!); también intenta evitar el azúcar en la medida de lo posible. Yogurt sí, leche mejor no mucha, en cambio mucho aceite de oliva de buena calidad, muchos frutos secos, legumbres, fruta y verdura, verdura, y más verdura. Para desayunar solo toma café de filtro y un pedazo de chocolate 90% y, si se puede, a partir de las 19 horas ya no come. Alcohol solo con moderación, aunque como buen bisnieto de un viticultor de la región del Palatinado sabe apreciar los buenos caldos.
Si alguien le viene con la típica cantinela de la renuncia y que «¿dónde queda el placer?», Bas Kast le contesta con una sonrisa: «Para mí el placer significa haberme librado de los dolores de cabeza y no quedarme sin aliento cuando subo las escaleras. Disfrutar de mi cuerpo, mantenerme probablemente bastante en forma cuando sea mayor y tener que ir poco al médico».
«Para mí escribir también es un trabajo sensual. Casi como cocinar.» Bas Kast
Y por supuesto, para Kast también constituye un gran placer conducir su Porsche 911 Carrera. «Ya lo quería cuando estaba estudiando; mi padre tenía un Porsche 356 rojo y siempre decía que era el mejor automóvil de todos». Con los ingresos de sus bestsellers Kast adquirió su Porsche hace dos años. «Me gusta la sensación de espacio, la forma estética y la perfección», dice. «Se nota que trabajaron en él ingenieros que se desviven por los automóviles».
A propósito de desvivirse, a ver si con tanto entusiasmo vamos a olvidarnos de la sopa de lentejas… Ya está lista. También el horno desprende un delicioso aroma. ¡A comer! Estamos sentados en la terraza de la explotación vinícola «Weingut am Stein» de Würzburg, rodeados de viñedos. Está delicioso… A Kast, que vive en el campo a las afueras de Würzburg, le gusta este lugar. En las cocinas del prestigioso restaurante produjo las fotografías para La brújula de la alimentación – El libro de cocina, del que se han vendido unos 140.000 ejemplares.
A partir de aquí podría haberse despreocupado. Pero en lugar de ello, siempre siguiendo su propia brújula, se lanzó a la siguiente aventura: su primera novela. Por fin. «Sin los honorarios recibidos por el éxito de ventas anterior no me habría atrevido», cuenta Kast. A los 17 años hizo sus primeros pinitos con prosa de ficción, la segunda novela la escribió poco después de cumplir los 20, ninguna de las dos vio la luz. El recién publicado Libro de un verano trata de un joven en busca de su propio destino que se inspira en su tío, un vividor, novelista y propietario de un Porsche. Naturalmente en la historia hay mucho Bas Kast. Tanto en el joven como en la figura ficticia del tío. «De hecho, soy ambos», dice. «Mi intención era penetrar en el núcleo del propio yo».
«La felicidad viene cuando quieres lo que recibes».
En cambio, las investigaciones para los libros de divulgación, por muy laboriosas que sean, son un ejercicio más fácil. «En una novela pones toda tu alma», dice Kast. «Y debes tener algo que contar». A los 47 años probablemente sea más fácil que a los 17. No obstante, fue un terreno totalmente nuevo. «Menos pensar y más sentir», le aconsejó su lectora editorial en algún momento del relato. «Para mí», dice Kast, «esta frase fue como una liberación». Como autor de libros de divulgación estaba acostumbrado a apoyarse en conocimientos científicos. Estudiaba complejas obras que detallaba meticulosamente en la referencia bibliográfica. Para el novelista, el único conocimiento es lo que se ha vivido, experimentado, comprendido, y sentido, esto sobre todo. «El éxito viene cuando recibes lo que quieres», dice Kast, mientras pincha como remarcando sus palabras el último trozo de tomate asado, delicioso y dulce, de su plato. «La felicidad viene cuando quieres lo que recibes. Lo logro cada vez con más frecuencia». La brújula de Bas Kast señala una nueva dirección. Es, quizás por primera vez en su vida, su propia dirección.
Trucha à la Tini*
* Tini es mi suegra, experta en ciencias naturistas y con mucha experiencia en nutrición.
▶ Lavar y salpimentar 2 truchas frescas.
▶ Cortar 1 cebolla roja en ocho trozos. Lavar y partir 2 tomates a cuartos.
▶ Lavar 1 calabacín y cortarlo en juliana. Lavar y cortar 1 limón en ocho trozos.
▶ Cortar en láminas 2 dientes de ajo y ponerlo todo en una fuente para el horno con 4 ramas de romero, 4 de tomillo y 6 ramitas de perejil.
▶ Rociar con 2 cucharadas de aceite de oliva y hornear a 180°C durante aprox. 20 minutos.
Sopa de lentejas de Ellen*
* Ellen es mi hermana, que me inspiró hace años a cambiar de dieta alimenticia.
▶ Lavar y picar 1 tomate, 1 cebolla y 2 dientes de ajo.
▶ Rehogar la cebolla y los dientes de ajo en 1 cucharada de aceite de oliva.
▶ Añadir 1 cucharada de concentrado de tomate (y a continuación los tomates picados).
▶ Añadir 200 gr. de lentejas rojas, 1 cucharada de pimentón dulce y 1 litro de caldo de verduras, cocer a fuego medio durante aprox. 20 minutos y condimentar con sal, pimienta y zumo de limón.
Las dos recetas se encuentran en el libro La brújula de la alimentación – El libro de cocina, de Bas Kast.