911 Love: Maria Sharapova

Su primera raqueta se la regaló el padre de Yevgueni Kafelnikov cuando solo tenía cuatro años. Dos años después se fijaría en ella Martina Navratilova. En 2005, con 18 años recién cumplidos, alcanzó el puesto número uno en la clasificación mundial. Ha ganado los cuatro grandes títulos de Grand Slam, alguno de ellos en más de una ocasión. Ha salido en tres ocasiones al volante de un 911 como ganadora del Gran Premio Porsche de Tenis. A sus 33 años, la velocidad, la potencia y la técnica también son sus mantras a la hora de conducir.

¿Qué es el amor?
Un sentimiento a medio camino entre la esperanza y la realidad.

¿Cómo se encuentra usted en este momento?
Pienso en el futuro, recuerdo el pasado, pero trato de vivir en el presente.

¿Cómo describiría un Porsche 911 en pocas palabras?
Vale su peso en oro.

¿Qué actividades completamente banales disfruta haciendo?
El primer café del día con un montón de espuma de leche. Y hacer masa para espaguetis… Me encanta comer.

¿Qué no haría nunca en un 911?
Llamar a mis abuelos, no me oirían bien.

¿Su carretera favorita?
La Ruta Estatal de California 1.

¿Qué le condiciona a usted en la vida?
Soñar despierta.

¿Tres cosas que se llevaría a una isla desierta?
Conexión a Internet, una batidora para hacerme batidos de coco y optimismo.

¿A quién o qué admira usted?
Tener las ideas claras, la creatividad y la ausencia de miedo.

¿De qué podría prescindir en un 911?
De tener que agacharme tanto para entrar en él. Es que soy muy alta.

¿Y de qué no?
De la sensación de libertad al pisar el acelerador.

¿Con qué música se ha despertado esta mañana?
Max Richter.

¿Su película favorita?
Cuando menos te lo esperas.

¿Su libro favorito?
El hombre en busca de sentido de Viktor Frankl.

¿Su última publicación en las redes sociales?
Una foto en Instagram de una videoconferencia con 150 fans.

¿Su bien más preciado?
Mi familia.

¿Café o té?
Por la mañana, café. Por la tarde, a eso de las tres, té.

¿El «momento 911» de su vida?
La vuelta al circuito con Mark Webber en el 911 GT2 RS. Inolvidable.

¿Su mejor consejo?
No te rindas nunca.

¿De qué no le creerían capaz los demás?
De ser muy honesta a la hora de opinar.