Cuerpo y alma
Cabeza de familia enérgico: El nuevo Porsche 911 completa la familia de motores bóxer.
Ilustración: DESIGN HOCH DREI, Porsche Engineering
Modelos Porsche 911 Turbo S
Consumo urbano de combustible: 15,9–15,5 l/100 km
interurbano: 8,6 l/100 km
combinado: 11,3–11,1 l/100 km
Emisiones de CO2 combinado: 257–254 g/km (Datos de 03/2020)
Los códigos genéticos de los motores bóxer que Porsche produce actualmente se denominan 9A2 y 9A2 evo para los conjuntos de cuatro y seis cilindros respectivamente. Se trata de un sistema flexible de componentes comunes, estructuralmente similares e individuales, que, al unirse, forman una base de eficacia contrastada y, al mismo tiempo, ofrecen una amplia variedad de temperamentos. Un simple vistazo al abanico de posibilidades así lo demuestra: cuatro o seis cilindros, motor atmosférico o turbo, cilindrada de dos a cuatro litros y potencia de 250 a 650 CV con pares de 310 a 800 Nm.
Todos los miembros de la familia bóxer tienen en común, entre otras cosas, la distancia entre cilindros, que siempre es de 118 milímetros. Por el interior deestos ascienden y descienden pistones con diámetros de 91 o 102 milímetros. Concretamente, los recorridos de subida y bajada son de 76,4 u 81,5 milímetros, dependiendo del cigüeñal. Estos desplazamientos y la cantidad de cilindros dan como resultado cinco cubicajes distintos y nueve niveles de potencia en las series 718 y 911. Un conjunto determinado de piezas idénticas que se utilizan invariablemente en todas las series, y componentes con principios de diseño similares, dan lugar a un alto nivel de sinergia en el módulo propulsor básico. Esto permite a los ingenieros concentrarse en la individualidad necesaria de la periferia del motor, como el conducto de admisión o el sistema de escape. El resultado es 100% Porsche: como sus motores bóxer poseen la misma información genética, todos ellos tienen el mismo nivel de rendimiento, eficiencia y emoción, pero cada uno con su temperamento particular.
Rendimiento
El nuevo motor turbo impresiona por su elevado despliegue de potencia. La clave está en los turbocompresores de geometría variable (VTG) y wastegates, así como en una gestión rediseñada y más eficiente del aire de proceso y de carga.
Eficiencia
Sobre todo la optimización de la fricción interna del motor y un proceso de combustión más desarrollado, con inyectores piezoeléctricos en disposición central, contribuyen a un aumento del rendimiento y la eficiencia.
Emoción
Ya sean de cuatro o seis cilindros, con motor atmosférico o turbo, todos los bóxer de Porsche comparten un sonido característico, un par motor elevado, una respuesta de aceleración espontánea y un centro de gravedad bajo para un placer de conducción máximo.