La blanca Mérida

El respeto y el trabajo son denominadores comunes del ciudadano meridano, y dichos factores han ubicado a Mérida como una de las urbes más seguras de México (según el estudio: Ciudades más habitables de México 2019, del Gabinete de Comunicación Estratégica del gobierno mexicano) en los últimos años, a veces solo detrás de San Pedro Garza García –en Nuevo León–, que más que una ciudad es un barrio de multimillonarios. De hecho, la capital de Yucatán fue nombrada como la mejor ciudad del mundo para visitar fuera de Estados Unidos en la categoría de Ciudades Pequeñas, según los lectores de la revista Condé Nast Traveler.

Otra de las grandes ventajas de Mérida es lo bien conectada que está con el resto del país. Se puede llegar por tierra, por aire y hasta por agua. Hay que señalar que la capital de Yucatán está a pocos kilómetros del mar (Golfo de México), por lo que durante el verano las altas temperaturas y la humedad la convierten en un pequeño sauna que se puede sortear casi sin problemas.

Para los que se están preparando para conocer este importante destino, siempre hay una serie de recomendaciones que se pueden llevar cabo. Por ejemplo, hay que llevar lista y a la mano una cámara fotográfica. Y, para quienes disfrutan mucho de la comida, más vale tener cuidado con el famoso chile habanero, un condimento muy picante, pero indispensable para los platillos de la región.

Tan cerca de todo

Mérida está localizada a menos de 50 km del mar, en la parte noroeste del Estado de Yucatán, colinda al este con Quintana Roo, al oeste con Campeche y al norte con el Golfo de México. El estado de Yucatán ofrece una topografía muy plana y la máxima altitud en la capital es de unos 10 metros sobre el nivel del mar. Mérida es también la ciudad más importante de toda la Península de Yucatán, dejando por detrás a Cancún y Chetumal, en Quintana Roo; y a la ciudad de Campeche, en Campeche. De hecho, hace apenas unas semanas, The Guardian la describió como una de las ciudades a visitar y donde se respira tranquilidad en el día a día. Y sí, la gente de Mérida vive a otro ritmo. Han encontrado la forma de convivir sin la prisa habitual que demanda el mundo de hoy.

La paz y la belleza de sus calles bien trazadas son perfectas para conocerla a pie (al menos las zonas de mayor atractivo). El paseo Montejo es obligado y la Plaza Mayor es un lugar vibrante donde los locales aprovechan el tiempo libre y disfrutan de alguna bebida típica como puede ser la champola o el sorbete. La ciudad cuenta con numerosos y modernos caminos para desplazarse a diferentes puntos de interés turístico o comercial, no sólo del estado sino del sureste mexicano. Mérida es destino y punto de partida, lugar de encuentro y proyección. Esta visita debería estar en la lista de deseos de cualquier persona, sobre todo de aquellos que gustan de la gastronomía, la historia y la arquitectura.