La leyenda continúa
Este año, la ciudad portuaria de Rijeka, en Croacia, es una de las dos capitales culturales de Europa. Allí tiene lugar un encuentro entre el Porsche 904 Carrera GTS de 1963 y el nuevo Boxster: tres letras, dos coches, una leyenda.
Porsche 718 Boxster GTS 4.0
Consumo urbano de combustible: 15,4 l/100 km
interurbano: 8,1 l/100 km
combinado: 10,8 l/100 km
Emisiones de CO2 combinado: 246 g/km
Porsche Macan GTS
Consumo urbano de combustible: 12,1 l/100 km
interurbano: 8,0 l/100 km
combinado: 9,6 l/100 km
Emisiones de CO2 combinado: 218 g/km
(Datos de 03/2020)
Mientras los primeros rayos de sol acarician los tejados de la ciudad portuaria de Rijeka, junto al planetario toma la curva el nuevo Porsche 718 Boxster GTS 4.0 (consumo urbano de combustible: 15,4 l/100 km, interurbano: 8,1 l/100 km, combinado: 10,8 l/100 km; emisiones de CO2 combinado: 246 g/km). Desde la lejanía llega el sonido del motor bóxer de seis cilindros. Se oye cómo el conductor va conmutando entre las seis marchas. Aquí arriba, junto al observatorio astronómico que queda frente a una fortaleza histórica, donde normalmente la vista está puesta en el universo, una nueva estrella brilla en el firmamento Porsche: deportiva en su rendimiento, precisa en su conducción y exclusiva en su equipamiento.
El camino zigzagueante parece como hecho para ella. Con elegancia, el roadster verde pitón serpentea de nuevo en dirección al puerto. En el centro de la ciudad, las miradas de los transeúntes están aseguradas: las cabezas se giran, los peatones se paran y una clase de primaria lanza gritos de júbilo: hasta los pequeños reconocen un Porsche desde lejos. Sus icónicas líneas constituyen un rasgo de diseño universalmente reconocible. Se trata de un GTS, un Gran Turismo Sport. Si un Porsche, sin importar la serie, lleva en su nombre las legendarias siglas GTS, eso significa que al alto confort habitual se le suma una deportividad aún mayor. Entre palacios surgidos en tiempos de la monarquía austro-húngara y altos bloques de pisos de la era socialista, el Boxster se abre camino. En el muelle histórico, que los habitantes llaman Molo Longo por su longitud de 1.707 metros, le está esperando un compañero: el Porsche 904 Carrera GTS de 1963, el primero de su clase, ya que con él se inauguró el concepto GTS.
En el embarcadero se encuentran el joven y el ancestro. Con la dignidad y el aplomo de una escultura, el legendario 904 Carrera GTS espera a su descendiente. Ferdinand Alexander «Butzi» Porsche, que antes ya había dado forma al 911, fue quien diseñó el 904. Aun con toda su indiscutible belleza, este primer GTS, con sus marcados faros delanteros y su carrocería de plástico reforzado con fibra de vidrio, ya convencía no solo por su diseño, sino también por sus valores interiores: 650 kilogramos de peso, 1,06 metros de altura, 132 kW (180 CV) de potencia y 263 km/h de velocidad máxima. En 1964, el coche de carreras, dotado de la homologación para circular por vía pública por aquel entonces habitual, conquistó rápidamente el automovilismo internacional de resistencia. Con una victoria en su categoría en Sebring, comenzó una trayectoria automovilística que continuó en Le Mans y alcanzó su punto álgido en la Targa Florio, la temida carrera de resistencia de Sicilia, donde el 904 GTS obtuvo un doble triunfo. El éxito dio lugar a un nuevo sello de calidad: el GTS.
Una sigla que sigue siendo sinónimo de más fuerza, más velocidad y más rendimiento. En pocas palabras: más Porsche. Así fue para el 924 Carrera GTS Rally de 1981, con el que Walter Röhrl ganó el campeonato de Alemania; para el primer 911 Carrera GTS del año 2010; y así fue también para el Cayenne GTS de 2012, uno de los SUV más potentes de su tiempo. Originalmente, la premisa «deportividad más confort» tenía sobre todo como fin facilitar la concentración a los pilotos privados durante una carrera. Más de medio siglo después de que el 904 Carrera GTS causara furor, todos los modelos de Porsche se pueden configurar en la variante extradeportiva.
Pero volvamos al hoy, a Rijeka, que junto con la ciudad irlandesa de Galway ostenta el título de capital europea de la cultura 2020. El Adriático se ve tranquilo al fondo, el agua centellea en la bahía de Carnaro y los yates se bambolean en sus atracaderos. Con el lema «Puerto de la diversidad», la ciudad se ha engalanado para este año cultural. Están previstos más de 600 eventos, algunos hoteles tienen todas sus habitaciones reservadas desde hace meses y se esperan más de cuatro millones de visitantes de todo el mundo. Rijeka es un lugar de contrastes. Muchos señores gobernaron aquí y dejaron su impronta en la imagen de la ciudad: con la fortaleza medieval de Trsat en lo alto, las casas señoriales clasicistas contrastan con los adefesios arquitectónicos de los años setenta. Entre ellos, dormitaron largo tiempo naves fabriles abandonadas y búnkeres olvidados de la Segunda Guerra Mundial. Ahora, esta perla croata está siendo pulida. Los edificios industriales están siendo convertidos en puntos de encuentro culturales, y en los búnkeres se están abriendo restaurantes y bares. Lo antiguo resplandece con un nuevo brillo.
RIJEKA CAMBIA CON LOS TIEMPOS
A pesar de sus escasas posibilidades iniciales, esta ciudad de 130.000 habitantes, la tercera más grande de Croacia, ganó el título de capital cultural y quiere aprovecharlo para transformarse. En este punto de encuentro entre la Europa Central y la Europa del Sur, entre los Balcanes y la región mediterránea, hay más de 600 eventos previstos en 2020 para más de cuatro millones de visitantes.
Los dos Porsche combinan perfectamente en este escenario. El Boxster GTS 4.0 es un rayo de luz agradable de ver entre el bullicio de las calles comerciales. Pero ahora toca salir de la ciudad. En la cercana isla de Krk el nuevo deportivo con motor central muestra lo que lleva dentro. El Boxer acelera y, en 4,5 segundos el velocímetro indica 100 kilómetros por hora. Podría seguir subiendo la velocidad, pero la carretera, el paisaje y la luz son demasiado majestuosos como para apresurarse.
Con estilo y refinamiento, el GTS 4.0 despliega su deslumbrante potencial: el motor bóxer desarrolla 400 CV a 7.800 revoluciones, pudiendo alcanzar una velocidad máxima de 293 km/h. El tren de rodaje deportivo de serie Porsche Active Suspension Management (PASM), con un descenso de la carrocería en 20 milímetros, se adapta al estilo de conducción individual y, en interacción con el Porsche Torque Vectoring (PTV), proporciona características de conducción ágiles y máxima seguridad. Por una carretera serpenteante, en una autopista o durante un paseo dominical en la ciudad, el GTS puede con lo que haga falta e interpreta la melodía de conducción que convenga.
Una horquilla sigue a otra en el paisaje rocoso de Krk. A la izquierda, la montaña. A la derecha, la pendiente. El mar a la vista. La velocidad es alta, el Porsche 718 Boxster GTS 4.0 se pega a la pista y uno se siente casi como el barón Antonio Pucci cuando en 1964 ganó la Targa Florio con el 904 GTS.
Porque este italiano ya voló con su Porsche por las carreteras serpenteantes de una isla mediterránea, en aquella ocasión Sicilia. Con su copiloto, Colin Davis, el barón Pucci logró la victoria absoluta en esa carrera de resistencia que se disputó sobre carreteras públicas entre 1906 y 1977. Consiguieron recorrer 10 vueltas de 72 kilómetros cada una en siete horas y 10 minutos – una victoria que creó una leyenda.
Y la leyenda continúa, hoy, en el 718 Boxster GTS 4.0. El motor en posición central y los neumáticos de alto rendimiento dan lugar a un equilibrio perfecto y a una tracción imperturbable. La conducción convence por su altísima precisión, y el comportamiento en las curvas, por su máxima agilidad. La atmósfera, deportiva y elegante, contribuye a este momento de puro disfrute. Las superficies de alcántara y el forro de los asientos vienen de fábrica. A ello se suman las costuras de colores, y tanto en la parte trasera como en el lateral, tanto en el velocímetro como en el reposacabezas, las letras GTS, claramente visibles, expresan una promesa. Este es el denominador común de todos los modelos Porsche GTS: tres letras, una leyenda.
También Rijeka expresa una promesa. Descrita por sus habitantes como una ciudad olvidada, ahora está llamada a convertirse en el epicentro de la cultura. En el siglo XIX, Rijeka, a la sazón uno de los puertos más grandes de Europa, ofrecía incluso conexiones directas con Nueva York. La ciudad era ante todo una metrópoli comercial que luego, en el siglo XX, se convirtió en una urbe industrial. Pero también este periodo quedó atrás, y florece la esperanza de que 2020 sea el año en que la ciudad se reinvente. Quien ya haya disfrutado de las delicias culinarias en uno de los locales de la plaza de Tito o haya visitado alguno de los bares móviles del «Túnel», una antigua fortaleza subterránea, se sumará a esta esperanza. En febrero se inauguró el año cultural con la presencia de más de 150.000 personas en el carnaval más grande de Croacia, que incluyó desfiles festivos, bailes de máscaras y un rally automovilístico.
Abajo, en la playa Ploče, por última vez en el día de hoy, giramos la llave de contacto del 718 Boxster GTS 4.0 a la izquierda del volante. Mientras, el sol, ya cercano al horizonte, sume en reflejos de oro a este ancestro plateado de la estirpe GTS. Una última vez, el profundo bramido del motor. Una última vez, el dinámico juego de luces de la carrocería. Pero no una última vez el GTS. Desde el primer éxito de Ferdinand Alexander Porsche, Gran Turismo Sport es una leyenda que no tiene fin.
SideKICK: Porsche Macan GTS
El nuevo Macan GTS reúne las características típicas de un Gran Turismo Sport: máxima deportividad y mayor confort. El motor biturbo V6 de 2,9 litros despliega 279 kW (380 CV; Porsche Macan GTS: Consumo combinado: 9,6 l/100 km, Emisiones de CO₂ combinado: 218 g/km). El tren de rodaje deportivo incluye un descenso de la carrocería en 15 milímetros. El sistema de escape deportivo típico de los GTS proporciona una acústica impresionante. En el interior, los asientos deportivos GTS y el tejido alcántara ofrecen tacto de alta calidad, confort y estética. Las legendarias siglas GTS son sinónimo de un deportivo absolutamente versátil.