Dinámica transversal

Conducir el nuevo Cayenne Turbo S E-Hybrid impresiona. Con un rendimiento del sistema de 500 kW (680 CV) y un par de torsión de 900 Nm, acelera de 0 a 100 km/h en 3,8 segundos y alcanza una velocidad máxima de 295 km/h. Pero este SUV no demuestra su clase solamente en las rectas. En las curvas se comporta con extrema estabilidad y agilidad. Gracias a sus numerosos sistemas adaptativos, se acomoda a cualquier circunstancia de conducción y al cambiar de carril mantiene inquebrantable la dirección. El Cayenne Turbo S E-Hybrid no solo domina la dinámica longitudinal, sino también la transversal.

«En el nuevo Cayenne hemos concentrado y perfeccionado toda nuestra experiencia», dice Karl Heess, Director de Proyecto para Chasis de las series SUV de Porsche. Una vez más, la interacción de los sistemas aumenta claramente el rendimiento, la seguridad de conducción y el confort del nuevo Cayenne Turbo S E-Hybrid. El sistema Porsche Traction Management (PTM) regula la distribución de la fuerza motriz entre el eje delantero y el trasero para adaptarse a cada situación de conducción. La suspensión neumática de tres cámaras absorbe distintos índices de amortiguación con una expansión muy amplia, en función de si se desea más confort o deportividad. El Porsche Active Suspension Management (PASM) regula continuamente la fuerza de los amortiguadores para cada rueda, dependiendo del estado de la carretera y el estilo de conducción. El Porsche Dynamic Chassis Control (PDCC) se encarga de que el SUV se mantenga en la horizontal en las curvas con una aceleración lateral de hasta 0,8 g. El Porsche Torque Vectoring Plus (PTV Plus) apoya la actuación del volante interviniendo oportunamente en los frenos, y gracias al bloqueo transversal completamente variable mejora la tracción cuando se acelera al salir de las curvas. Y el Porsche 4D-Chassis-Control conecta entre sí todos los sistemas del tren de rodaje y calcula en todo momento la información óptima sobre las condiciones de conducción.

Las ruedas de 21 pulgadas de serie también contribuyen a una conducción dinámica. El Porsche Ceramic Composite Brake (PCCB) instalado de fábrica garantiza una alta potencia de frenado en todas las condiciones. La dirección activa del eje trasero es opcional. Se trata de una inversión conveniente si se desea más agilidad y estabilidad, ya que no solo reduce el radio de giro de 12,1 a 11,5 metros al acentuar el giro simultáneo en tres grados, sino que, a velocidades de hasta 80 km/h, también posiciona las ruedas traseras en el sentido contrario a las del eje delantero para mejorar la maniobrabilidad y la precisión. En desplazamientos rápidos en línea recta, la dirección del eje trasero actúa de estabilizador al posicionarse en el mismo sentido que las ruedas delanteras hasta alcanzar una velocidad máxima, por ejemplo al cambiar de carril en la autopista. Así, el eje delantero del Cayenne no tiene que guiar el eje trasero tirando de él, sino que éste moldea activamente el movimiento direccional. Esto permite al Cayenne implementar de manera segura y eficiente la elevada potencia del sistema formado por los motores de combustión y eléctrico. ¿Y qué pasa con toda esta labor de ingeniería? Karl Heess lo resume así: «Conducir el Cayenne Turbo S E-Hybrid es como estar al volante de un deportivo clásico».