Más rápido más alto más digital

Lindenau es un barrio del oeste de Leipzig, en el estado federado de Sajonia. Tiene mil años y fue un potente núcleo industrial. Luego, tras la decadencia de la postguerra y la caída del Muro, se convirtió en una floreciente comunidad futbolística en los primeros años del segundo milenio. Allí, en la calle Cottaweg, reside el equipo de la Bundesliga RB Leipzig, que ha ascendido meteóricamente de las ligas regionales a la Champions. Para saber cómo ha cambiado el deporte profesional en este negocio multimillonario habría que visitar el campo de entrenamiento de este club, un poco espectacular miniestadio de 10 metros de diámetro, con muros de dos metros y medio de altura y césped artificial.

Ya desde fuera se escuchan los pelotazos impactando en las paredes interiores. Elías y Julius, dos promesas de la categoría júnior, están llevando a cabo una rutina de entrenamiento con porterías virtuales proyectadas en los muros. Los jóvenes futbolistas tienen dos segundos para marcar un gol en zonas resaltadas ópticamente. «El Soccerbot está diseñado para entrenar la velocidad de respuesta y acción, dos factores esenciales en nuestra filosofía de juego», explica su antiguo entrenador Aleksey Shpilevsky, ahora entrenador jefe del equipo ucraniano de primera división Dinamo Brest. El sistema guarda los resultados y los compara con las rutinas de entrenamientos anteriores. Así se preparan posibles victorias.

A 300 metros del pabellón de fútbol virtual encontramos a Ralf Rangnick en el estadio del RB Leipzig. Este antiguo director deportivo del club y nuevo entrenador para la temporada 2018/19 se sentiría molesto si lo calificáramos de «yonqui de los datos». Sin embargo, como entrenador de éxito de la Bundesliga es perfectamente consciente de que las tecnologías digitales son indispensables en su profesión. «Hace tiempo que los big data son una realidad en el negocio del fútbol. Antes nos limitábamos a hacer una prueba de lactato por temporada», dice este hombre de 60 años haciendo referencia a sus inicios como míster a principios de los ochenta. «Hoy en día hacemos análisis de sangre y comprobamos el estado de cada jugador a diario». El equipo técnico del club recopila los datos de todas las rutinas de entrenamiento a través de sensores integrados en los chalecos que llevan los jugadores. Después, un analista, en colaboración con los preparadores físicos, elabora un control de esfuerzo de cada futbolista para aplicarlo en el siguiente entrenamiento. Además, la información recopilada le indica al entrenador si un jugador necesita descansar la siguiente jornada.

«Hace tiempo que los big data son una realidad en el negocio del fútbol. Antes nos limitábamos a hacer una prueba de lactato por temporada». Ralf Rangnick

El uso de big data no solamente ayuda a los entrenadores a obtener informaciones esenciales o esquematizar situaciones de juego, sino que también cambia radicalmente el planteamiento de la preparación diaria. En el RB Leipzig se filma desde el aire y se archiva cada sesión de entrenamiento. A partir del material grabado, los asistentes montan «escenas de juego» y se las muestran a los jugadores antes de un partido oficial para condicionarlos en relación con determinados aspectos del mismo. Además, cada jugador recibe en su móvil los vídeos editados de forma personalizada. Con ello se persigue por un lado mostrar el potencial de mejora individual, y por el otro, poner de relieve los comportamientos típicos de los contrincantes para que los futbolistas del RB puedan adaptarse lo más posible a ellos. El Leipzig está a punto de dar un paso más: está desarrollando una aplicación con la que no solo se pueden difundir datos y vídeos, sino también integrar la comunicación interna del equipo. Una aplicación parecida ya está siendo utilizada por el rival TSG 1899 Hoffenheim. Y la propia Federación Alemana de Fútbol la puso por primera vez en práctica cuando su selección nacional ganó la Copa del Mundo de Brasil en 2014.

El mánager del equipo de béisbol Oakland Athletics Billy Beane, encarnado por Brad Pitt en la película Moneyball (2011), formó uno de los mejores equipos de la historia de este deporte utilizando análisis matemáticos ya a finales de los noventa. En vez de confiar en los instintos de sus pretenciosos ojeadores, contrató a un recién graduado en Yale que tanteó a todos los jugadores disponibles, incluso los que ya se daban por descartados, en función de sus capacidades deportivas. Así, después de analizar los datos de éxito real logrados con determinados lanzamientos, bateos y jugadas, este equipo de escasos recursos económicos consiguió una serie histórica de 20 victorias seguidas a principios del 2000. Y ello después de haber tenido que dejar marchar a sus mejores jugadores a equipos supuestamente mejores antes de iniciar la temporada.

Golf: la línea de putt perfecta

Siempre hay varias posibilidades de jugar la pelota.
Lo importante es que sea la mejor.

«Añadimos información virtual a la realidad». Lukas Posniak

Según la revista estadounidense Golf Digest, un jugador utiliza este palo 34 veces en una ronda de 18 agujeros para llevar la pelota al hoyo situado sobre el green. No hay bastón que se utilice más. Lukas Posniak y Christoph Pregizer, treintañeros de Hamburgo, ofrecen el sistema de entrenamiento más innovador que existe para practicar el putt. «Puttview» funciona con realidad aumentada. La idea se le ocurrió a Pregizer, ingeniero de profesión, durante un entrenamiento de juego corto: ¿no sería útil visualizar la línea ideal que debe seguir la pelota para llegar al hoyo? «Añadimos información virtual a la realidad», explica Posniak. Es decir, primero se mide el green mediante un láser o un dron, y con estos datos se calcula una plantilla en 3D que se puede fijar en un punto y que el golfista «calibra» a su gusto. Mientras en un entrenamiento bajo techo un proyector hace aparecer la línea sobre un green artificial como por arte de magia, al aire libre el jugador utiliza unas gafas de realidad aumentada. ¿Para qué? «Cuando, durante el entrenamiento, haces el putt sin mostrar la línea y después la visualizas ves claramente dónde has fallado», explica Posniak.

Tenis: analizar al rival con una tablet

En el Gran Premio Porsche de Tenis de Stuttgart se da cita la élite mundial del tenis femenino. En una sala de 25 metros cuadrados situada en el palco superior de la Porsche Arena, 16 monitores instalados en una pared muestran en directo los partidos desde distintas perspectivas. A la derecha, sobre unas mesas agrupadas, varios ordenadores portátiles muestran gráficos de barras centelleantes. A pesar del laberinto de cables, bolsas y cajas, los empleados de Flightscope saben lo que se hacen. De hecho, las asociaciones de tenistas ATP (Association for Tennis Professionals) para los jugadores profesionales masculinos y WTA (Women’s Tennis Association) para el tenis femenino encargan a esta empresa el marcador oficial en directo de sus torneos.

A través del software de Flightscope, el juez de silla introduce el desarrollo de su partido en una tablet. Un servidor distribuye los datos, por ejemplo, a las cadenas de televisión o, como en Stuttgart, en forma de registros de datos fijos para la televisión del pabellón, las pantallas del recinto o el marcador central. Las velocidades de saque de las tenistas se extraen de los datos captados por las cámaras.

Milan Cerny disfruta con estos juguetes, pero lo que más le gusta es el enorme potencial que se esconde detrás de ellos. Por ello, el jefe de Innovación de SAP Global Sponsorships y su equipo han creado una solución de entrenamiento en pista en forma de aplicación en la nube llamada «SAP Tennis Analytics for Coaches». En torneos como el de Stuttgart, SAP pone a disposición de todos los entrenadores una tablet en la que se actualizan los datos cada 15 segundos. No se utilizan datos en tiempo real por el riesgo de manipulación de las apuestas.

Angelique Kerber aprendió a jugar más agresivamente con la aplicación SAP.

«Hace cuatro años anotaba a mano los análisis de la contrincante durante el partido», explica Wim Fissette, entrenador de Angelique Kerber, tenista y embajadora de la marca Porsche. «Hoy, esta aplicación me ofrece todo lo que necesito al momento». No solamente procesa los datos del partido en curso desde distintas ópticas, sino que también funciona como una memoria histórica que permite saber, por ejemplo, dónde se sitúa normalmente una jugadora en la cancha para el primer saque, a qué velocidad sale dicho saque o desde qué posición devuelve mejor aquélla. Las matemáticas dominan, o, tal como dice Sven Groeneveld, el ex entrenador de Maria Sharápova: «Poder ofrecerle a Maria los datos en estado puro también permite quitarle emotividad a la situación. Los números no engañan».

Pero ésta es solamente una cara de la moneda. La otra cara es que como en la era de la transparencia todos los jugadores y entrenadores disponen de los mismos datos, los secretos bien guardados ya no existen. Para Fissette, esto se traduce en que «hay que practicar más la variación». Planificar los partidos desde la novedad o la sorpresa. Pero para el entrenador de Kerber hay una cosa que nunca cambia: «Al final, para que tu tenista gane, simplemente tiene que jugar mejor que la contrincante».