Mark Webber

Mark Webber triunfó en su día como piloto de carreras. Hoy, 20 años más tarde, es un bloguero muy famoso y el jefe de «CarGo», el servicio de sharing de coches autónomos. Una visita en el futuro con tres Porsche históricos: un 356 de la primera generación, un 911 de 1992 y el primer Porsche eléctrico de 2020.

2018

2018

Mark Webber a los 41 años: el clásico deportista australiano.

Viaje a través del tiempo

2038

2038

20 años después – tras tres horas de maquillaje: la versión plateada de Mark Webber.
«Pienso con ilusión en el futuro». Mark Webber

Ixy es impaciente. El robot de servicio quiere estar siempre ocupado, y Mark Webber tiene que quitárselo constantemente de encima con un breve movimiento de la mano, cuando la solícita máquina quiere, por ejemplo, remover su té o enderezar un cojín. «Es nuevo, aún tiene que aprender qué debe o no debe hacer», dice este australiano de 61 años, y suspira en silencio cuando Ixy, aburrido, comienza a sacar brillo a los cascos deportivos de su propietario con un trapo que se ha sacado de la barriga como por arte de magia. Con un satisfecho ronroneo porque por fin está haciendo algo para lo que fue creado.

La colección de cascos es el almacén de recuerdos de Webber. «Yo miro hacia adelante y pienso con ilusión en el futuro. Pero también estoy muy agradecido por mi carrera y orgulloso de mis éxitos. Por ello he conservado una serie de objetos personales que me recuerdan carreras muy especiales». Como el casco con el que en 2002 recorrió por primera vez un circuito de Fórmula 1. O el kit completo de su victoria en el Gran Premio de Mónaco de 2010. Y el casco con el que en 2015 ganó el Campeonato Mundial de Resistencia de la FIA con el Porsche 919 Hybrid. «Los trofeos son muy bonitos, pero con los cascos y los guantes guardo una relación más personal».

 

 

Completamente electrizado:

a Mark Webber le gustan los modelos antiguos, pero también las comodidades de los silenciosos automóviles eléctricos.

La afición por lo auténtico permanece

Para el director ejecutivo de la empresa CarGo, fundada en 2027, una de las flotas de sharing de vehículos autónomos más grandes del mundo, las nuevas tecnologías, la fabricación de seres artificiales cada vez más inteligentes y los automóviles de manejo autónomo son el orden del día. Pero hasta 2038 Webber ha conservado su afición por lo análogo, por lo hecho a mano, en particular por la conducción manual. Aunque su domicilio esté equipado con la tecnología Sense Home más innovadora, que registra su estado de ánimo midiendo su tensión arterial, escaneando sus pupilas y analizando su voz para poder reaccionar adaptando la iluminación y la música a su humor en cuanto entra.

En cambio, traspasar el umbral del garaje de Webber es como viajar a través del tiempo. Solo falta encontrarse a alguien hablando por teléfono con un smartphone o haciéndose un selfie con uno de los automóviles. ¡Las primeras décadas del siglo y su curiosa y torpe tecnología! La pequeña colección de Webber procede en su mayor parte de una época aún anterior. Junto a un Porsche de 2020, el primer modelo totalmente eléctrico de Zuffenhausen, nos encontramos con un 356 de 1958 y un 911 de 1992. Ningún automóvil autónomo, ninguno nuevo. Como jefe de CarGo, Webber utiliza el inteligente sistema de sharing también en su vida privada. Solo con pulsar el emblema de su smartphone encarga un vehículo de su flota. En el centro de su parque móvil privado uno se siente como en una cápsula del tiempo. Únicamente un «raven», que susurra silenciosamente desde su estación de acoplamiento, nos recuerda que nos encontramos en el año 2038. Una breve indicación basta para que el microdron negro ascienda formando un elegante arco y se detenga en el aire entre los dos modelos Porsche más antiguos. De vez en cuando Webber se lo lleva cuando sale con uno de los vehículos y el dron vuela durante un rato junto a él como un cuervo manso, acelerando con curiosos movimientos para, de repente, salir disparado hacia el cielo. Desde allí lo filma constantemente en calidad cinematográfica. También graba el sonido de los modelos clásicos que tanto entusiasma a Webber. Los automóviles totalmente eléctricos le fascinan, claro, «pero cuando los conduzco me siento como si estuviera en un concierto de rock con el sonido apagado».

 

 

 

 

Intemporal:

en el año 2038 Mark Webber aún puede conducir por sí mismo su 356 de 1958 y su 911 de 1992 – afortunadamente.

En su blog de lifestyle describe con detalle estas experiencias sensitivas inmediatas para preservarlas para los jóvenes que crecen en el abrumador mundo digital. A veces, cuenta, tiene miedo de que las personas puedan olvidar las actividades más sencillas puesto que ya no las necesitan. Como conducir un automóvil. En su blog describe el placer de la conducción, aunque resulta un tanto paradójico redactarlos mientras se está dejando llevar a la siguiente cita en un automóvil autónomo.

Sin embargo, aunque de vez en cuando disfruta de la comodidad de abandonar el volante, nunca se podría imaginar ceder totalmente el control al automóvil. «Me gusta demasiado conducir, y creo que soy un conductor medianamente bueno», afirma con un guiño. «Soy de la vieja escuela. Me gusta cortar leña y hacer una hoguera con ella. Nadar, cabalgar, esas son las cosas que me encantan. Al fin y al cabo crecí en una granja. Fuego, agua, tierra, esos son nuestros orígenes. Debemos estar pendientes de no olvidarlo». Su generación, comenta Webber, será seguramente la última que tenga que hacer malabarismos con este estado intermedio: conocer ambos, el mundo antiguo, estrictamente análogo, y el nuevo, altamente automatizado. A él le gusta subirse al coche y conducir, poner en ello todos sus sentidos, cambiar de velocidad, frenar, acelerar en el momento preciso, «hacer uso de todo lo que aprendí cuando era un joven piloto». Conducir uno mismo, no solo ser pasajero. Una extraña capacidad que cada vez es más rara. «A veces los niños se quedan asombrados cuando me ven pasar con mi 356: ‹Mira, este señor sabe conducir, ¡qué guay!› Dentro de 10 o 20 años esto será toda una extravagancia».

Mark Webber

Nació en 1976 en la ciudad australiana de Queanbeyan, hijo de un vendedor de motocicletas. Lógicamente su primera afición por el deporte del motor fue el motocross, antes de pasarse a los karts. Su carrera en la Fórmula 1 comenzó en 2002, pilotó para Minardi, Jaguar, Williams y Red Bull. En 2014 Webber cambió a Porsche para el Campeonato Mundial de Resistencia de la FIA y un año más tarde ganó el Campeonato Mundial de Pilotos.

Anja Rützel
Anja Rützel